10 de febrero de 2012

Un mundo distinto ( 54 )

Novela: Un mundo distinto Capítulo: Nº54 "Meditación"

Blanco, negro, blanco, negro. Miraba hacia el techo, y pensaba. Es lo que suelo hacer cuando estoy sola. Mirar al techo y pensar sobre todo, e idear soluciones para cada problema que aparezca en mi camino. Miraba al techo y pestañaba lento, respiraba profundo, y exhalaba con ruido. Me sentaba cruzada de piernas, y estabilizaba mis chacras. Para los que no saben, es un método de meditación, el que aprendí en un curso de verano al que fui años atrás. Igual, fue imposible, porque para el momento que estaba por poner mi mente totalmente en blanco como nos habían enseñado, sentí que la puerta se abría. Rápidamente me escondí detrás de la cama, por si era algún intruso que no debía saber de mi existencia –indirectamente: Eugenia.

Peter: soy yo, linda. Quedate tranquila –suspiré y salí a superficie de nuevo, sentándome en la cama. Él se sentó a mi lado y acarició mi pelo, me señaló un plato y sonrió, logrando que yo también lo haga- pizza casera hecha por Jorge, es lo que va no? –sonreí mientras probaba el primer bocado de la pizza, y por lo tanto, iniciaba mi primera cena en la casa de mi novio- Lá –dijo después de unos minutos sin hablar (“Cuando se come, no se habla” diría mi abuelo). Lo miré para que prosiguiera hablando, y cuando lo hice quitó su mirada de mis ojos- quería pedirte algo... puedo?

Lali: obvio –dije con la boca llena de la pizza (deliciosa) de Jorge.

Peter: em... –tosió un poco, y dejó la pizza en su lugar. Hizo que yo deje la mía (que por un momento me hizo enojar, en verdad la pizza estaba riquísima), pero cuando tomó mis manos e hizo que lo mire a los ojos, el enojo pasó, y se tornaron en nervios. Nervios por lo que me iba a decir- em... –suspiré.

Lali: eso ya lo dijiste Peter, por favor, al grano –dije, nerviosa aún, pero más ansiosa.

Peter: viste lo que pasó con Nicolás? –asentí, obvia- em... bueno, me agarró un poco de miedo, y eso –dijo nervioso y se detuvo. Miró mis manos, como si fuese algo extraño, y las besó delicadamente, mientras me miraba a mí a los ojos- yo no quiero que pienses que es algo tuyo, o algo así. La verdad es que no sos vos, soy yo.

Lali: me vas a dejar? –dije sorprendida, ya que usó la frase mas trillada de toda la historia, usada para las rupturas de parejas. ¿Quién no sabe eso?

Peter: no! Nada que ver –al parecer, el no lo sabía- no... Cómo vas a pensar eso? –lo miré obvia- no, no... Perdón, no –dijo cuando, por mi mirada, se dio cuenta que había usado ESA frase- no es eso... es que, cuando pasó lo de Nicolás me... –y así, no terminabamos más.

Lali: te qué Peter?

Peter: me dio miedo! –elevó la voz- me dio miedo, y sabes lo que me cuesta a mí hablar sobre mis miedos, pero necesito decirte esto porque creí que podía vivir con esta clase de miedo, pero no puedo –comenzó a hablar rápido- sí, tengo que decírtelo, porque sino va a ser terrible y voy a sufrir cosa que no quiero porque si no estaría todo mal conmigo mismo y...

Lali: Peter! –grité interrumpiéndolo.

Peter: quiero que mantengamos en secreto que volvimos –lo miré y me quedé callada- re mala idea no? –dijo después de unos segundos que no obtuvo reacción de mi parte- si, dije cualquiera. Es que no quiero que Nic...

Lali: Nicolás te obligó? –dije de repente.

Peter: qué? –confundido.

Lali: Nicolás te obligó a que me dijeras esto?

Peter: no, gorda. Nada que ver, sino te lo diría... enserio, no quiero volver a vivir lo mismo que antes, por favor... –lo miré a los ojos y asentí.

Lali: está bien, está bien –lo besé- pero prometeme que si te llega a decir o te llega a hacer algo me lo vas a decir, sin dudarlo. Aunque te amenace con cualquier cosa, por favor –dije mientras acariciaba pasivamente sus mejillas. La verdad es que me daba pánico que mi primera relación sea, en parte, negada. Pero sabía que cuando estemos listos, se iba a saber.

Peter: estas seguro? Sino, no.

Lali: estoy segura, Pitt –sonrió- solo tengo una duda...

Peter: cual? –preguntó mientras me sacaba el pelo de mi cara, dando a conocer mis rasgos.

Lali: somos novios? –imposible no escuchar una carcajada de su parte- perdón? Vos nunca me lo volviste a pedir Juan Pedro!

Peter: Y por qué yo te lo tengo que pedir? Pedimelo vos! –reí y negué- dale –alargó las ‘a’ insistente- por favor, pedimelo –sonrió, y ¿cómo decirle que no?

Lali: queres ser mi novio? –dije con una sonrisa imborrable en mi rostro. Me miró sonriente y me besó. Era uno de esos besos en los que te reías de por medio y sentías la felicidad del otro.

Peter: obvio que sí –dijo alargando la vocal de la última palabra, y matandome a mimos toda la noche, nuestra primera noche viviendo juntos.

Continuará...

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