6 de octubre de 2012

Un mundo distinto ( 68 )

Novela: Un mundo distinto
Capítulo: Nº68 "Sincerarse" 


Peter: qué no entendes? –sí, mis inseguridades eran muy notorias, así que estaba haciendo como si no entendiera de lo que le hablo.
Lali: A vos, no te entiendo a vos –y no sé de dónde saqué las fuerzas para afirmar semejante duda. Creí que me iba a acobardar, como suelo hacerlo. Y más con algo así.
Peter: no entendes mi alegría?
Lali: ah, estas alegre?
Peter: no te lo demostré?
Lali: la verdad? No. Es más, me confundiste mucho –relación sincera.
Peter: no te demostré mi alegría recién? –se refería a lo que acabábamos de hacer recién, hicimos el amor... y sinceramente seguí tan confundida como antes. Pero no quería decirlo, quizás se sentía mal porque no me había demostrado lo que yo esperaba. Sé lo que se siente eso, porque lo vivimos en Bariloche, y no es lindo no saber transmitir algo de tanto significado.
Lali: eh, sí...
Peter: no, no la sentiste –me afirmó él solo. Mis inseguridades me delatan, lo dije.
Lali: no es que no lo sentí, o sea –y ya empezaba a tartamudear. Aun seguíamos acostados, y el sacó su mirada de la mía, y miró al techo algo decepcionado- pará, no te pongas así, déjame explicarte –me miró- eso, escuchame... –asintió- el problema no fue lo que pasó recién hace un ratito. Eso lo sentí como todas las otras veces, y te amé un poquito más como todas las otras veces. Y te voy a seguir amando cada vez que conciliemos nuestro amor. Pero...
Peter: sabes que odio los peros...
Lali: pero el problema no fue recién, el problema fue antes. Antes de todo esto –bufó y miró a otro lado- no, pará –tomé su rostro e hice que me mirara- quiero que me expliques que te pasó. No te puedo ayudar sino Peter. Me confundís a mí, nos confundís a los dos, y logras que esto no sea una relación sincera... lo contrario a lo que queremos los dos. Yo te quiero ayudar, no quiero boludear con vos. Yo quiero vivir toda una vida con vos... sos mi primer amor, y quiero que seas el último. Pero no puedo si no te sinceras conmigo, ni me dejas ayudarte.
Peter: no me pasó nada, Lali. No maquines...
Lali: no! Ves? Ese es el problema! No sos sincero conmigo. Y sos tan caradura, que después de llamarme llorando desde la ducha, besarme, decirme que me vaya tan seco, y después de hacer el amor, me decís que no te pasó nada en ningún momento. Que no sentís nada, que no pasó nada, y que te olvidaste de todo lo que pasó hace un rato nada más. Quiero que seas sincero, quiero que me digas la verdad una vez.
Peter: cómo una vez? Siempre te fui con la verdad Lali...
Lali: entonces decimela ahora también.
Peter: ey amor, no me pasa nada –y me abrazó, para eludir mi pregunta.
Lali: no, pasa. Pasa y muchas cosas pasan. Quiero que me digas la verdad, decime que te pasa, que sentís, porque te desgarraste así y ahora está todo bien? Sé lo que significa todo lo que acaba de pasar para vos, te acaban de pegar como antes, te acaban de maltratar como antes... y todo por mi culpa, lo sé... pero... –me interrumpió.
Peter: no, nada es por tu culpa.
Lali: no ves que si no me decís la verdad me confundo? Cuando me echaste de la bañera tan friamente, me sentí totalmente culpable por todo lo que acababa de pasar
Peter: pero no sos culpable.
Lali: por qué me haces esto?
Peter: quizás, me gusta... –a bueno...
Lali: qué te gusta?
Peter: ser así.
Lali: A mi no me gusta que seas así. Odio completamente tus cambios de humor, son confusos y muy reales.
Peter: por qué no me dijiste que te molestaba eso? lo cambiaría si no te sentís a gusto.
Lali: te lo estoy diciendo ahora. Pero mi propósito no es que cambies. Yo no quiero que cambies. Mi propósito es que me digas la verdad. Vos no sabes como me sentí desde hoy a la mañana. Te fallé, no te ayudé, me sentí culpable, muy culpable. Y lo que menos necesitaba en ese momento era que me digas que me aleje de vos en la ducha. Así tan seco. Quería ayudarte y despreciaste eso.
Peter: no lo desprecié.
Lali: eso sentí yo. Eso sentí yo, Peter. Por no decirme la verdad.
Peter: nunca pensaría eso.
Lali: explicame, y demostrame lo que te pasa entonces.
Peter: no es mi culpa ser poco expresivo!
Lali: no te culpo! Pero, antes de equivocarnos, prefiero que me digas qué es lo que te pasa.
Peter: quería demostrartelo haciendo el amor...
Lali: creo que de ahí surgió la duda.
Peter: sabes lo que te quería decir? Todo lo contrario...
Lali: qué? –puede ser que me dé un poco de miedo lo que va a venir? Qué me dirá?

Continuará...

Hola señoritas! bueno, ahí va un capítulo medio... raro, no? Lali quiere saber la verdad, quiere saber lo que siente Peter. Se animará a contarseló? Las veo pronto.

Recuerden pasarme sus mails! por acá, por un MD en Twitter (@heylalitta), o a Cammie.-@hotmail.com
ADVERTENCIA: yo no aviso más por twitter los nuevos capítulos. Estan avisadas/os! por eso necesito su mail.


Ahora lo que tenes que hacer es esto:
1. SEGUIR EL BLOG!

2. FIRMAR ACÁ ABAJO (no hace falta tener cuenta blogger); O COMENTARME POR TWITTER; O POR UN E-MAIL!

3. ACORDATE DE MANDARME EL MAIL OLVIDADIZA!

4. NECESITO QUE ME HAGAN PROPAGANDA DE QUE VOLVÍ!! SOLO CONSEGUÍ 12 LECTORAS VIEJAS...

Para las que no saben, mi nombre es Camila Pérez, mi mail es Cammie.-@hotmail.com, pero acordate que solo por mail me podes contactar ahí porque no uso el msn, y mi twitter es @heylalitta (tengo facebook personal nada más). Si queres ver como escribo cosas personales por aquí: bonheur.tumblr.com

Muy buena semana gente, las veré pronto seguro.. y me alegra volver!

Cami Pérez, exftlgheylalitta


1 de octubre de 2012

Un mundo distinto ( 67 )

Novela: Un mundo distinto
Capítulo: Nº67 "Dame amor, quiero amor"


Apenas sentí pasos mi corazón se aceleró. Todo lo contrario con los pasos que oía en el mismo instante, éstos eran lentos y pausados. Escuché como rechinaba la puerta al abrirla suavemente, y ahí mi corazón llegó a un tope de latidos, y comenzó a latir lento. Sino la consecuencia sería un ataque cardiorespiratorio. Respiré hondo, y me quedé sentada en mi cama, esperando. Hubo una pausa, por un instante creí que se había ido, pero sentí como la cama se hundía del otro lado.
Lali: qué es lo que esperabas de mí? –me salió decir. Un impulso transformado en pregunta. ¿Qué es lo que quería de mi? Rechinaron los resortes de la cama dando un indicio de que se había levantado. Escuché sus pasos... ¿me contestaría o me ignoraría? Miles de circunstancias pasaron por mi cabeza, pensando en qué pasaría cuando lo vea a los ojos. Se merece un golpe, se merece una patada, se merece una enseñanza... lo intenté ayudar todo lo que pude. Fue insuficiente, lo sé, pero lo intenté, junto con todo el amor que le tengo, y que suponía que el me tenía, creí que era algo que sufriríamos pero que no nos iba a afectar. Se arrodilló frente a mí y me miró. De prepo y muy rápido me besó y me recostó en la cama. Obviamente, impulsivamente también, seguí el beso. Comenzó a acariciar suavemente mi espalda, pero sus besos eran casi agresivos. Se estaba descargando, se estaba desquitando. Yo no le iba a permitir que se desquite estando conmigo. Cambié. Cambié y me doy cuenta cuando digo esto. No voy a permitir que un hombre se desquite teniendo sexo conmigo. Sea Pedro, sea Nicolás, sea quien sea. Eso es una etapa quemada en mi vida, que pertenece al pasado, y que espero no volver a vivir. Lo frené apenas terminé de pensar mi teoría interiormente. Me miró confundido y corrí mis ojos de su vista. ¿Cómo se atrevía a mirarme así? Justo él me había hecho cambiar, y ahora me hace esto! Me trata como su desquite, sus ganas, su objeto. Me daba asco ser eso ahora. Mis pensamientos habían cambiado tan rotundamente, que me daba pudor hacer eso. Me quise parar de la cama e irme, pero me lo impidió. Se ubicó arriba mío y me besó de nuevo, apasionado y casi violento. Lo empujé hacia atrás y le grité un seco “Basta”. Me miró confundido y se relajó sobre mi cuerpo.
Peter: dame amor –me dijo, y chisté los labios. ¿Dame amor? ¿Qué? ¿Acaso yo soy una máquina de hacer el amor? Me quería utilizar para desquitar esas ganas de...- dejá de maquinar boludeces –me dijo y lo miré atónita. Soy tan transparente, y tan notoria- ya sé lo que podes hacer por mí. Amame tal como te amo yo. Así, inmensamente como te amo yo –sonrió y me besó. Obviamente de mi lado calme todos mis músculos y me rendí ante sus labios. Sentía sus manos abrazarme y mi cuerpo respondiendo por su cuenta. Seguí porque sus manos me demostraban amor. Su energía se acoplaba con la mía: hacíamos una pareja perfecta. Nos complementábamos, nos amábamos. Yo sabía que lo amaba, y también sé que él me ama a mí. Pero no comprendo sus rayes, y siempre me pregunto cuánto tiempo más tendré que aguantarme de esos. Soy una chica muy combativa, pero estas cosas me duelen muchísmo. Quizás ahora me doy cuenta que tengo puntos débiles. Amar es uno. Lo mismo sentí cuando me peleé con Candela. Tenía un vacío interno gigante, porque me dolía amar y que por momentos me desprecien. No digo que no disfruto nuestras reconciliaciones, porque justamente estoy disfrutando su amor en este momento. Sé que me ama. Pero, reitero, ¿cuanto tiempo me voy a tener que aguantar esta división injusta de culpas? Sé que es un momento difícil para él, pero acaso soy una loca que lo vió llorar hasta desangrarse en la ducha, y ahora me dice “no maquinees, te amo”. Sí, yo maquineo, yo soy la loca. Esas dudas que querría sacarme en cualquier momento. Sí, debería sacármelas, el único problema es que me aterra hacerle daño. El tiene sus tiempos, lo sé, y me aguantó a mí en tantas, que yo quiero aguantarlo a él. Pero llega un instante, en el que hay que ser un poco egoísta, y pedir explicaciones, no?
Lali: no te entiendo –saqué así de la nada, cuando ya estábamos acostados. Decidí ponerme en egoísta bien. Pensar un poco en mí. Cambié. Cambié mucho. Pienso en mi persona, pienso en mis decisiones. Pienso antes de hablar, como debería ser cualquier relación... no? Estoy pensando que estoy harta de aquellos misteriosos cambios de humor. Quiero respuestas que no me causen depresión. Quiero amor. 

Continuará...

Yeah! i'm back! No sé, me inspiró un montón muchas cosas que estan pasando en mi vida. Ojalá siga así y les deje mucha novela! Lamento, ENSERIO LAMENTO mi desaparición. Espero que a todos les haya llegado el aviso. Si pueden difundir que volví a publicar un capítulo se los agradecería!! 

Recuerden pasarme sus mails! por acá, por un MD en Twitter (@heylalitta), o a Cammie.-@hotmail.com
ADVERTENCIA: yo no aviso más por twitter los nuevos capítulos. Estan avisadas/os! por eso necesito su mail.


Ahora lo que tenes que hacer es esto:
1. SEGUIR EL BLOG!

2. FIRMAR ACÁ ABAJO (no hace falta tener cuenta blogger); O COMENTARME POR TWITTER; O POR UN E-MAIL!

3. ACORDATE DE MANDARME EL MAIL OLVIDADIZA!

Para las que no saben, mi nombre es Camila Pérez, mi mail es Cammie.-@hotmail.com, pero acordate que solo por mail me podes contactar ahí porque no uso el msn, y mi twitter es @heylalitta (tengo facebook personal nada más).

Muy buena semana gente, las veré pronto seguro.. y me alegra volver!

Cami Pérez, exftlgheylalitta

24 de febrero de 2012

Un mundo distinto ( 66 )

Novela: Un mundo distinto

Capítulo: Nº66 "Inesperado"

Entré a la ducha, con ropa aún puesta y tomé su rostro con mis manos, logrando que me mire a los ojos. Sus lágrimas se mezclaban con el agua que salía del grifo, y las mías se volvían más consistentes al verlo triste a él. Nos mirábamos con una profunda tristeza, y de un segundo a otro me encontré recorriendo sus labios. Me atrajo hacia él sorpresivamente y de un empujón suave logró que mis labios chocaran con los suyos. Pero no, el beso no había calmado las lágrimas, era un beso triste, de ayuda y de ahogo. Las lágrimas intervenían el beso, y también la lluvia del grifo. Me pegó a su cuerpo, y sentí como mi ropa estaba completamente mojada, y la sentía pesada. Sus manos recorrieron mi espalda y mi nuca acariciándome mientras el beso se volvía cada vez más conciso. Yo rodeaba su cuello, y cada tanto abría los ojos para encontrarme con los suyos cerrados. Me separé de a poco y lo miré a los ojos. Él, los mantuvo cerrados respirando lento y pasivo. Eso me recordaba a nuestro primer beso, a su delirante reacción. Pero lo distinto era que de sus ojos cerrados seguían cayendo lágrimas, y ahí me olvidaba de ese momento, para acordarme de Nicolás. Nicolás y sus piñas. Nicolás y su desprecio. Y el recordar la pelea me llevaba a pensar en el pasado de Peter, en aquel maltrato que había vivido con respecto a sus compañeros. ¿Cómo se debe haber sentido al recordar el pasado? Todos sabemos, que hay partes del pasado que preferimos no compartir, y así no volver a recordar. Sea un pasado físico, sea un pasado amoroso, sea un pasado sobre la amistad, el pasado nunca se quiere recordar. Siempre intentamos que cada año, y cada día sea una nueva página en la vida, y no volver a cometer los mismos errores del pasado.

Lali: no cumplí –dije totalmente angustiada- no te protegí como debí –y recién ahí abrió los ojos y me miró. Mi angustia se multiplicó al ver sus ojos rojos del llanto. Tomé sus mejillas y respiré hondo- no te salvé, no logré nada. Soy tu novia, tendría que haberte ayudado. Tendría que haber hecho algo. Perdoname... –a nadie le hablo así, a nadie. Ni a Candela cuando nos peleamos, ni a mi papá ni a mi hermano les hablaría así. Aunque quisiera que me perdonen en ese preciso instante. Le estaba suplicando perdón. Me sentía tan culpable que necesitaba que me lo repita miles de veces. Necesitaba esas palabras salir de su boca. No solo había logrado que le peguen, había logrado su recuerdo. Yo, la única que sabía sobre sus momentos, logro que le vuelvan a pasar por la cabeza. Yo y mi manía de haber tenido un novio golpeador. Yo y mi manía de haberlo enamorado, con mi sencillez. Ambos encontramos refugio en nuestros propios brazos. Cada vez que algo malo pasaba era encontrar abrazos y besos de la parte del otro. Eso era tenerlo a mi lado. Por eso necesito ese perdón, para poder mirarlo a los ojos y poder seguir sintiendo esos abrazos y besos de contención que me donaba día a día.

Peter: podrías salir? Yo en unos minutos salgo... –me miró serio. Confundida lo miré, y me quedé quieta por unos minutos, carburando la respuesta que había recibido. No era nada de lo que me esperaba, claramente. Me esperaba un abrazo, un “no fue tu culpa mi amor”, una clase de contención, para hacerme sentir inculpable del desperfecto y la desfachatez de Nicolás. Pero no, no dijo nada. Solo que me retire, que lo deje de terminar ducharse. Digo yo, no... entré a la ducha con él, porque estaba desgarrándose del dolor en el pecho que tenía, le dí un discurso en el que expresaba todo mi dolor, un dolor mutuo que habíamos vivido los dos, le di mi apoyo, me heché toda la culpa. No es demasiada tortura? Sin tener su perdón? Intenté decir una palabra, pero lo único que se movía de mi cara era la mandíbula, y ninguna palabra melódica sonaba. Así que, frustrada por no haber recibido mi perdón, miré hacia abajo y salí de la ducha. Agarré una toalla y fui a mi cuarto (aquel que no presenciaba hace bastantes días, y aparecer ahí me hizo sentirme por primera vez en el día realmente en casa). Mientras pensaba me cambié de ropa, algo seco. Un short de pijama y una malla en la parte de arriba. Hacía un calor increíble, pero al estar pensando tanto, el calor no me llegaba al cuerpo. Estaba como en “automático”, no me podían hablar, porque no escuchaba, no podía hablar porque nadie me escuchaba, no podía hacer nada. Respiré hondo, y me senté en mi cama. Cerré los ojos por un instante, para poder pensar qué pasaría en el futuro. Pero, nunca se sabe que va a pasar. Quizás, Peter no me quiera hablar más, quizás diga que está confundido, quizás Nicolás venga rogando perdón, quizás me coma un sándwich mañana, quizás. Siempre tenemos que pensar en posibilidades para el futuro, pero... saben qué? Seguramente lo que pase, va a ser lo que menos se esperaban. Lo que tenían asumido que no iba a pasar ni en Júpiter. Esas cosas que solemos decir que ‘solo nos pasan a nosotros’. No, nos pasan a muchos... y creo que está por pasar.

Continuará...

Hola gente, cómo están? (a lo Julián Serrano, jajaja). Mil perdones por estar desaparecida, rendí matemática el miércoles (la rendí mal) y ayer y hoy estaba poco inspirada. Pero ya terminé el capítulo!

Recuerden pasarme sus mails! por acá, por un MD en Twitter (@heylalitta), o a Cammie.-@hotmail.com

ADVERTENCIA: yo no aviso más por twitter los nuevos capítulos. Estan avisadas/os! por eso necesito su mail.

A demás, el mail no tiene solo el aviso de un nuevo capítulo, sino que tiene información PLUS sobre la nueva novela que voy a crear.

Ahora lo que tenes que hacer es esto:

1. SEGUIR EL BLOG!

2. FIRMAR ACÁ ABAJO (no hace falta tener cuenta blogger); O COMENTARME POR TWITTER; O POR UN E-MAIL!

3. ACORDATE DE MANDARME EL MAIL OLVIDADIZA!

Para las que no saben, mi nombre es Camila Pérez, mi mail es Cammie.-@hotmail.com, pero acordate que solo por mail me podes contactar ahí porque no uso el msn, y mi twitter es @heylalitta (tengo facebook personal nada más).

Un beso grande bombonas, que tengan un bello fin de semana largo... y suerte para las que empiezan esta semana el colegio!

Cami Pérez, exftlgheylalitta

10 de febrero de 2012

Un mundo distinto ( 65 )

Novela: Un mundo distinto.
Capítulo: Nº65 "Lo que necesita, es amor"

Me abrazaba y la verdad era que no se quería detener. No se quería despegar de ese abrazo que lo hacía sentir tan bien, pero llegó un momento en el que me separé de a poco y lo miré a los ojos. Me encontré con sus lágrimas, su puchero, y sus ojos mirándome, esperando que dijera algo.

Lali: vamos a mi casa, Pí –dije sin más, y lo abracé por el costado mientras seguía sintiendo sus lágrimas. Teníamos un viaje largo, una caminata extensa, pero igual íbamos a hacerla. Ninguno emitió ningún sonido. Solo se oían las lágrimas de Peter, y su respiración honda. ¿Por qué había querido ir a mi casa, en vez de a la suya? Primero en principal, porque no quería que la mamá de Peter se preocupase y lo viera en ese estado. Segundo, no quería ver a Eugenia y quería pasar tiempo con él. Tercero, sé los horarios de mi hermano y mi papá, y estan en la facultad, y trabajando. Si había alguien, era mi mamá, o mi hermana. Y no iba a haber problema. Cuando llegamos y abrí la puerta, retrocedió un poco y negó- no pasa nada Pí, no hay nadie –le dije y se tranquilizó. Tomó mi mano de nuevo y entró a mi casa. Inspeccioné a ver si había alguien, y no era así. Le dije a Peter que se sentara en la cocina, y le preparé un sándwich para comer. A demás le mandé un mensaje a mi mamá, para saber donde estaba. “Mami, donde andas?”. Y mientras me preparaba un sándwich a mí, me llegó la respuesta “En el médico con Ana Laura” (sí, se acuerdan que mi mamá era muy molesta con el tema de los chequeos médicos?). Dejé el celular a un costado y me senté con Peter a comer. Lo observaba mientras comía. No había dicho nada. Comía, y pensaba, miraba a cualquier lugar menos a mis ojos. Cuando terminó su sándwich se apoyó en la mesa y tapó su cara con ambas manos. Respiraba profundo, e intentaba relajar su cuerpo y su mente- Pitt –me animé a decir, y me miró- vení conmigo –le tomé la mano y me paré. Él, se paró también y lo guié a las escaleras. Subimos, y entramos a mi cuarto- te gusta? –le dije cuando se sentó en mi cama- digo, nunca habías entrado a mi cuarto... –no me miró y no me respondió tampoco. Lo miré algo triste, y me arrodillé a su lado- qué hago Peter? –y ahí si me miró- que hago? No sé que hacer, no se que decirte. Dame una pista, algo. Por favor, quiero ayudarte y no sé como –dije al borde de las lágrimas. Dolía no saber que hacer, dolía no poder ayudarlo. Respiró y con los ojos cerrados me habló.

Peter: sucio –abrió los ojos- me siento muy sucio. ¿Podría darme una ducha rápida? –asentí rápidamente y le traje una toalla- Dónde queda el baño? –lo tomé de la mano y se lo señalé.

Lali: entrá, tardá lo que quieras, no hay ningún problema. Tenes ahí el jabón, el shampoo y la crema de enjuague –asintió, y entró al baño. Yo fui a la cocina, y apenas llegué me desplomé en una de las sillas. Estaba triste, muy triste. No sabía que hacer, no sabía como manejar la situación. Me largué a llorar, intentando mantener el ruido de mi respiración bajo, por si Peter salía del baño. Tapaba mi boca y respiraba. Tomaba mi cabeza. Pensaba, pensaba cualquier solución posible. Nunca me enfrenté a una situación así, me dolía verlo de esa forma. Peter se sentía mal, había resurgido los años de abuso que le habían dado sus otros compañeros. Sintió como golpeaban su cara de nuevo, sintió como lo maltrataban de nuevo. Me era difícil reconocer todo eso, ya que por primera vez no había sido por su forma de ser, o su forma de actuar. Esta vez había sido por mí, por mí culpa, porque me amaba tanto que decidió enfrentarse al hecho de las consecuencias que traía amarme. Me molestaba tanto que por mí culpa él volvió a vivir todas esas cosas, que creyó que había dejado en el pasado. Me latía fuerte el corazón, la respiración era muy agitada. Calmé mis ojos y me dejé caer en el sillón del living de nuevo, para estar más cómoda.

Peter: Lali! –escuché un grito fuerte y doloroso. Rápidamente mis ojos se abrieron de par en par, y sin darme cuenta me paré del sillón, y corriendo me dirigí al baño. Todo tipo de cosas se pasaron por mi mente. “Se golpeó”, “Se quiere ir”, “Está teniendo una insuficiencia cardíaca” (sí, en esos momentos uno puede llegar a pensar cualquier cosa, incluso lo peor). Abrí la puerta y se escuchó como choco contra la pared del otro lado. Escuché un llanto lastimoso, y la silueta de un hombre en la bañera. Abrí la cortina de baño con fuerza y lo ví debajo del agua, llorando, con la mirada triste. Gritaba desgarradamente, y volvía a llorar. Lo sentía tan mal, tan dolido, que mi corazón se estrujaba. Mis lágrimas volvieron a salir, cuando me miró bien a los ojos, y noté su mirada tan triste, que me transformó a mí- ayudame Lali, por favor –me dijo totalmente quebrado, y ahí sí me dí cuenta, que con lo único que lo ayudaba, era con amor.

Continuará...

Nuevo capítulo!

Si quieren dejar un comentario, ↓

Si quieren seguir al Blog, →

Si quieren contactarme: @Heylalitta (Twitter) / Cammie.-@hotmail.com (sólo por e-mail, no me conecto al menssenger).

Saludos! Cami Pérez, ex ftlg heylalitta.

Un mundo distinto ( 64 )

Novela: Un mundo distinto

Capítulo: Nº64 "Distintas direcciones"

Xxx: llegas justo, Pablito. Estaba terminando de decirle como vamos a empezar a destrozarlo... –Peter no levantó la mirada en ningún segundo.

Pablo: por hoy, me voy a quedar acá... –Nicolás lo miró confundido por unos segundos, y después rió.

Nicolás: dale boludo, vení que teniéndolo enfrente me tiento, en cualquier momento lo emboco! –dijo riendo, ¡me daban unas ganas terribles de intervenir! Pero Pablo sabía lo que hacía.

Pablo: te dije que me voy a quedar acá, de este lado –dijo serio, y ahí Nicolás comprendió que era de verdad lo que estaba diciendo. Me miró con una cara de desprecio e ira, y después dirigió su mirada a Pablo, de nuevo.

Nicolás: pero qué consumido que estas! Te gusta tanto la rubia esa –refiriéndose a Rocío- que abandonas a tu amigo? Qué digo! A tu hermano! Porque cuando esa te dejaba, quien te escuchaba a vos? Yo! –gritó- y ahora venis a defender a este estúpido, que es la razón por la que mi chica me dejó?

Lali: sabes que no es la raz... –me interrumpió

Nicolás: callate vos, puta! –y me generó una impotencia increíble su epíteto. Ese que demostraba que no era un hombre, y que era un cobarde. Porque en vez de enfrentar que su novia lo había dejado porque él metió la pata engañándola, prefirió ponerse en el lado de la víctima. Todos nos quedamos callados, sin respuesta alguna. Ni si quiera él se atrevió a decir algo. Cuando, de repente, noté como la mano de Peter se empuñaba, y daba un rápido golpe seco en la mejilla derecha de Nicolás. Se escuchó el impacto, y otra vez el silencio. Ninguno se atrevió a decir algo, esta vez por la sorpresa que nos había causado a todos ese golpe. Hasta el propio dueño del puño, Peter, se asombró de su acción. Todos mirábamos a Nicolás, y a su reacción, esperando a ver qué diría, o qué haría. Pero sólo se dedicó a mirar a Peter profundamente, lo estaba asesinando con la mirada.

Cande: chicos... puede haber otra solución, en vez de cagarse a trompadas. No? –y ahí fue cuando el puño de Nicolás apareció, cuando las palabras de Candela lo sacaron del trance que le había causado la piña de Peter. Rápidamente, con unos reflejos impresionantes, Benjamín detuvo la piña y la cambió de dirección evitando que le pegue a Peter, y le devolvió la piña (esta, llegó a destino) y así comenzó una pelea infernal, en la que yo seguía todo el tiempo los movimientos de Peter. Al principio, recibió muchas piñas. Estaba confundido, y a demás su personalidad no lo guía a la violencia. Pero una piña de parte de Federico lo sacó de esa nube, y empezó a repartir piñas de defensa a todos los lados a que estas se avecinaban. Matías se agarró con Benjamín, Agustín con Victorio (y noté la preocupación de Candela, y pensé en Victorio), y Peter y Pablo estaban a dúo en contra de la unión de Federico y Nicolás. De un momento a otro, Nicolás se cayó al piso por una piña de Pablo y se quedó mirándolo desde ahí. Todos frenaron sus golpes y lo miraron a él. Respiraba profundo y agitado. Federico le prestó su mano derecha haciendo impulso para que se pare, y así lo hizo. Se quedó mirando a Peter, como lo hizo en toda la pelea. Peter también lo miró, y limpió un poco de sangre que salía de su labio. Respiró hondo y cerró los ojos profundamente, pero cuando los abrió, su vista estaba sobre mí. Me miraba, y nadie hablaba, todos observaban la situación. Lo miraba, me miraba, y perdimos conexión en un instante, en el que se dio vuelta y caminó. Todos nos quedamos atónitos con su reacción, y seguimos sus pasos con la mirada. Federico y Matías, cuando lo notaron, se fueron en dirección a los pasos del rubio, y Victorio se quedó ahí, entre nosotros, atónito como nosotros. Él miró a Candela y caminó hacia ella. Le susurró algo en el oído y ella negó suave.

Candela: nunca más –le dijo mirándolo a los ojos, y él frustrado se fue en dirección contraria a la de sus amigos. Rápidamente los brazos de Agustín la rodearon. Rocío se acercó a Pablo y le tomó la mano, dirigiéndolo a vaya saber donde. Querían, y necesitaban estar solos. Benjamín, se acercó a mi, mientras Peter seguía en la misma posición, con la sangre que había sacado de su boca en la mano. Seguía mirando hacia el punto en el que desapareció la silueta de Nicolás, aunque no lo pueda ver.

Benjamín: andá con él, hablale. Nosotros nos vamos –palmeó la espalda de Agustín, y los tres juntos caminaron en otra dirección. Yo miré la situación en la que Peter estaba, y caminé lentamente hacia él, suave y sin hacer ningún tipo de ruido. Tomé su mano, y le causó escalofríos, ya que no se lo esperaba. Apenas notó que era mi mano, la presionó fuerte. Noté que sus lágrimas empezaron a salir sin control y me enfrenté a él. No desvió su mirada desde aquél punto de desaparición de Nicolás, y tampoco esperaba que lo haga. Me acerqué a su oído sin soltar su mano y después de dejar un beso en su mejilla le hablé.

Lali: estoy acá con vos mi amor... estoy acá –y me soltó rápidamente para enroscar sus brazos en mi cuerpo, y descargar todas sus lágrimas, en un abrazo.

Continuará...

Hola chicas/os! Acá acabo de subir toda la nove de nuevo, para no perder el hilo. Este es el último capítulo que subí al fotolog, y mañana voy a subir el nuevo. Gracias por todo!

Si quieren dejar un comentario, ↓

Si quieren seguir al fotolog, →

Si quieren contactarme: @Heylalitta (Twitter) / Cammie.-@hotmail.com (sólo por e-mail, no me conecto al menssenger).

Saludos! Cami Pérez, ex ftlg heylalitta.

Un mundo distinto ( 63 )

Novela: Un mundo distinto Capítulo: Nº63 "Es hora"

Lali: necesito su ayuda –dije agitada y desesperada apenas entré al aula. Me miraron con un dejo de desprecio y miraron hacia otro lado, como si hubiera algo más importante que su amiga en apuros- mírenme carajo! –grité golpeando seco un banco- se que les jodió lo que dije, y que los ignoré todo el día. Perdón! Perdón, okay? Pero esto es importante, y si me quieren por lo menos un poco, ayúdenme –pero gasté saliva sin resultado. Ninguno me miró, y tampoco recibí respuesta. ¿Qué clase de amigos eran? Los miré uno por uno, a ver si obtenía respuesta, pero no fue así. Muy enojada, tomé mis cosas y me fui del aula. Mi mente maquinaba de todo. Sí, es verdad, fui una garca, no les di pelota... pero tanto les afecta que por un día no les hable? Es más, tanto les afecta que no les hable sabiendo la situación que estoy viviendo? Tanto les molestó que esté con mi novio, antes de que sea golpeado por mi ex? Tanto les había molestado que no me iban a ayudar? También, pensaba en que iba a hacer con Peter. Porque yo no lo puedo defender, y si no era hoy, le pegarían mañana. Lo conozco lo suficiente a Nicolás, y sabía que no iba a parar hasta darle su merecido. Pensaba en por qué Nicolás le quería pegar a Peter, ya que con eso no me recuperaría (es más, lo odiaría), pero después me acordé que en Nicolás era una cuestión de orgullo. Pensaba en cuantos serían contra Peter. Seguro estaba Victorio (amigo, casi hermano de Nicolás. El mismo por el que Noelia y Candela se habían peleado), Matías (otro amigo de Nicolás), Federico (otro más, pero a diferencia de Matías y Victorio, Fede era muy grandote y ancho. Sin dudas iba a ser muy difícil que Peter salga ileso); y seguro Pablo también (el chico de Rochi, y amigo de Nicolás). Estaba a media cuadra de la plaza, iba a improvisar algo para ayudar a Peter, pero en un momento me tomaron del brazo y detuvieron mi paso.

Xxx: yo te voy a ayudar –lo miré confundida, ya que jamás hablamos más de dos palabras. Compartíamos grupo, pero no éramos amigos. Es más, según Nicolás le caía mal. Sin decir nada más, caminó de regreso al colegio.

Lali: disculpame, pero se me acaba el tiempo. Prometeme que tu solución va a ser la mejor y vamos a lograr separarlos –me miró a los ojos, y siguió caminando sin darme respuesta. “El que calla otorga” tomé como respuesta, pero era solo para saciar mi nerviosismo. Apenas entramos de nuevo al aula, suspiré por tener que verles la cara de nuevo. Crucé mis brazos, y alejé mi mirada.

Lali: Pablo, ya vine acá. Mirá, me tengo que ir rápido. Me ayudas vos, solo? –remarqué la única palabra. La verdad es que me molestaba tanto la reacción de mis ‘amigos’.

Pablo: esperá –me dijo, y miró a los chicos- ey! Qué les pasa? Es su amiga, Lali! –y ninguno se atrevió a mirarlo.

Xxx: no te metas, Pablo –dijo seca.

Pablo: me meto, Rocío! Porque te amo –le dijo, y obtuvo la atención de todo el grupo con semejante declaración-, y Mariana es tu mejor amiga, y está en problemas. Tus amigos, son mis amigos. Y si ella necesita que la ayudemos, vamos a ayudarla –pero, igual, ninguno se movió de su silla- Se hacen llamar amigos? el amor de su vida está por ser humillado, y necesita su ayuda!

Xxx: qué haces defendiendo a Lali? Supuestamente Nicolás es tu amigo, deberías estar ahí, pegandole a Peter –y lo dijo tan fría, que me dolió.

Pablo: sí, podría estar ahí. Pero por suerte se diferenciar en el bien y el mal Candela –se calló por un instante, pero nadie habló- y yo que quería ser parte de su grupo, porque me parecian re copados. Resultaron ser re forros, con lo buena mina que es Lali le pagan así –y ahí me quedé muda. De donde sacaba esas palabras este chico? Juro que jamás hablé con él, jamás tuve un contacto tan cercano salvo Rocío y Nicolás. Y de nuevo, nadie emitió palabra- bue, iré solo –dijo sin más, y me tomó de nuevo del brazo para caminar hacia la plaza, pero yo lo detuve.

Lali: pará Pablo... –me di vuelta y los miré a los chicos- son mis mejores amigos... ayúdenme –les rogué- por favor se los pido, los necesito y mucho –dije al borde del llanto. Hoy era un día muy sensible para mí. Peter, Nicolás, amigos... la verdad es que todo junto era una bomba de sensibilidad- Agus, Benja? –porque sabía que eran los que iban a aflojar de una. Soy su hermanita menor, y querían lo mejor para mí, y no me equivoqué. Porque apenas oyeron que los llamé, se pararon de sus asientos. No dijeron una palabra, solo caminaron a la par de Pablo, fuera del curso, y empezaron a caminar a la plaza. Yo fui detrás, caminando, hasta que sentí dos brazos que me rodeaban. Uno era de Candela, y otro de Rocío. No hacía falta decir nada, con eso me dieron todo su apoyo. Nos dirigíamos los seis muy apurados a la plaza en donde iba a ser el encuentro. Apenas llegué, vi a Peter enfrentado a Nicolás y este le decía cosas. Mi corazón empezó a acelerarse... era hora de salvarlo, defenderlo, y sobre todo... amarlo.

Continuará...

Un mundo distinto ( 62 )

Novela: Un mundo distinto Capítulo: Nº62 "Te voy a salvar"

Xxx: necesito hablar con vos Mariana –me dijo en el último recreo que el colegio nos otorgaba. La miré para identificar quien era, y volví a bajar la mirada.

Lali: no quiero hablar –contesté seca.

Xxx: vamos a hablar igual! –me ordenó tomándome del brazo.

Lali: qué mierda te pasa Rocío? –dije soltándome de su mano que me sostenía- te dije que no quiero hablar! No quiero escucharte! Dejame en paz! –le grité. Me miró indignada, le dedicó una mirada a Peter que estaba sentado a mi lado en la escalera de la biblioteca y se dio vuelta indignadísima con un destino incierto. Sí, la había tratado mal, tenía razón en enojarse. Pero... ¿Tan difícil era aceptar el hecho que quería estar con mi novio por un rato? ¿Sola? ¿Tan difícil? Peter me miró y tragó saliva. Sostuve su mano, entrelazando mis dedos con los suyos.

Peter: no estas siendo muy dura con ellos? –negué totalmente decidida- ellos solo quieren estar con vos, es un momento difícil para vos también, Lali.

Lali: Y para vos también. No sé Peter, no sé si los estoy tratando mal. Y la verdad es que tampoco, ahora, en este momento, le estoy prestando atención a eso. En lo único que pienso en este momento es en vos, en que quiero estar con vos –me acosté en los escalones de manera que mi cabeza quede sobre sus piernas- me amas? –asintió- mucho? –pero esta vez no respondió con palabras, sino con un beso, uno interrumpido por el timbre de vuelta a clases. Apenas llegamos y nos sentamos, le dimos la bienvenida a la profesora, que venía a dar la última clase del día. Pero, obviamente, y como era de esperarse, no presté atención a nada de lo que explicó la profesora. Estaba muy entretenida pensando en lo que iba a pasar hoy, exactamente en una hora, ¿a qué nos íbamos a enfrentar? Peter estaba igual, muy pensativo también, bueno... el suele ser muy pensativo en las clases. Pero a diferencia de las otras horas del año, no estaba pensativo por los ejercicios. No, ambos estábamos igual de pensativos por una sola causa: no sabíamos que nos depararía en la tarde de hoy, y eso nos ponía temblorosos. Cuando faltaban cinco minutos para terminar la clase y poder retirarnos, como de costumbre, pedí permiso para ir al baño. Toda mi vida hice eso, porque no me gustaba llegar a mi casa desesperada por ganas de orinar, me parecía algo ilógico, así que siempre, cinco minutos antes, pedía al encargado del curso ir al baño. La profesora accedió a mi petición y yo salí del aula, pero lo que me sorprendió fue que cuando estába por entrar al baño. Una mano tapó mi boca, y la otra me sostuvo el cuerpo haciéndome entrar al baño a la fuerza. Me acorralaron contra una pared y me callaron (ya que, obviamente como acto reflejo, grité). Miré a la persona y quise salir de sus brazos, pero me fue imposible. Así que, sabiendo sobre sus desagrados, saqué mi lengua al ataque y chupé toda su mano, logrando su cara de asco y su intento de limpiarse, el que aproveché para alejarme de él.

Xxx: sos un asco! –me gritó.

Lali: qué haces acá? –dije seca- es el baño de mujeres.

Xxx: ya sé, pero parece que acá es en el único lugar en el que te puedo hablar, sin que interrumpas o huyas –sonó el timbre de salida, y amagué para irme del baño. Pero él fue más rápido y puso una mano en la puerta, para que no me vaya- pará! –me frenó, y lo miré ya cansada.

Lali: dejame Benjamín! –y forcejé la puerta.

Benjamín: no! –gritó- Nicolás le va a pegar a Peter, con Victorio y los demás pibes! –dijo, antes que logre salir del baño, y no lo escuche- lo van a hacer mierda Lali, tenes que hacer algo –yo quedé helada, pensando, necesitaba idear un plan para salvar de alguna forma a Peter- Lali! –me gritó, y me sacó de mis pensamientos- corré o lo hacen mierda! – y así fue como salí del baño corriendo. Quería salvarlo, quiero salvarlo, voy a salvarlo.

Continuará...

Un mundo distinto ( 61 )

Novela: Un mundo distinto Capítulo: Nº61 "Ojalá"

Lali: qué vamos a hacer?

Peter: no sé...

Lali: qué vamos a hacer?

Peter: no sé!

Lali: no me digas no sé Pedro! Estoy mal yo también, eh!

Peter: tenías razón, había que afrontar esto desde el principio... no acobardarse –golpeaba su cabeza contra su mano- soy un tarado!

Lali: ey! No sos un tarado –lo miré a los ojos- estamos juntos, y vamos a enfrentar esto juntos. Sí? –asintió. ¿Por qué estabamos así? Era lunes, y según las caras de satisfacción de Eugenia al verme pasar por los pasillos de su casa, Nicolás ya se había enterado de todo, y sus puños estaban listos para atacar. Los dos nos enlistamos, y juntos caminamos hasta el colegio... porque ya no había nada que ocultar. Apenas llegamos ambos nos sentimos muy observados, y por eso nuestras manos, que ya estaban unidas, se presionaron más fuerte. Caminamos un piso hacia nuestra aula, y apenas entramos, nos sentamos juntos en un banco de adelante. Sentía por mi nuca los ojos de todos mis compañeros, y más fuerte los de mis amigos, pero aún seguía haciéndome la indiferente, y no despegué mi mano de la de Peter. Mientras estábamos en la clase, recibí millones de papeles de parte de mis amigos, preguntándome qué había pasado en realidad, pero yo no respondía ninguno. La verdad era que Peter necesitaba mi apoyo ahora, y pensaba quedarme ahí con él el resto de la eternidad, si era necesario. Igual, aunque parecía que prestábamos atención a la clase, no era así. Ambos nos estábamos escribiendo en un papel de carpeta, pero la verdad era que ninguno de los dos quería que nuestros compañeros nos oyeran.

Qué pensas hacer? –le dije para iniciar la conversación.

No sé, por ahora pienso en esperar a ver qué quiere hacer él... si quiere cagarme a trompadas, o cagarme a puteadas. Cualquiera de las dos, me las tendré que aguantar.

Así que si viene a pegarte, no pensas defenderte? –pregunté confundida.

No lo hice antes, no lo voy a hacer ahora –me respondió con su letra perfecta y sin errores de ortografía. Y justo cuando iba a responderle el mensaje el timbre sonó. Ambos nos quedamos en nuestros lugares, viendo a mis otros compañeros ir a disfrutar ese recreo, el que quizás para nosotros sea una pesadilla en vida. Pasaron mis amigos por los costados de nuestro banco, algunos no me miraban –seguramente estaban enojados por mi bipolaridad-, y otros me mirában intentando descifrar que me pasaba. Apreté la mano de Peter, y nos miramos por unos segundos. Creo que ya lo saben, pero nuestra relación se basa en miradas. Yo me enamoré de él por sus ojos, su mirada, y por la conexión que llegamos a tener, con solo vernos. Yo no solía entrelazar una relación con un chico nuevo, simplemente no le hablaba. Pero con él fue distinto, desde que llegó. Él me enamoró, él me hizo sentir lo que era amar, él me hizo sentir lo que era ser amada, él me hizo entender lo que era estar de novia, el me enseñó a ser una mujer pura llevando mis 5 semanas sin nada de relaciones sexuales. Él fue el intermediario en mi vida, él fue el que frenó mi vida, para transformarla. Nos mirábamos con tanto amor, que nos conectamos en un segundo, y por inercia nos fuimos acercando, para unir nuestros labios. A ninguno le importaba si alguien miraba, en realidad, ninguno de los dos se dio cuenta porque estábamos muy concentrados en nosotros. Sentía su respiración, pero nuestros ojos no se despegaron. ¡Es más! Hasta sentí como mis labios tocaban los suyos en un roce provocador... hasta que de un momento a otro nos separamos porque escuchamos un golpe aturdidor en nuestro banco. Miramos al accionario, y sentí como Peter temió.

Xxx: hace falta decirte “a la salida, en la plaza”? –dijo entre dientes, muy enojado.

Lali: pará, bajá un cambio Nicolás.

Nicolás: no estoy hablando con vos! –me gritó- le estoy hablando al estúpido de tu novio –él, sin embargo, en ningún momento lo miró a los ojos- no va a hacer falta venir a buscarte y llevarte allá de los pelos, no?

Lali: Nicolás te estas zarpando! –me paré autoritaria haciéndole frente. Me miró unos segundos, y rápidamente desvió la mirada y lo miró amenazante. Le levantó el mentón con furia y lo señaló con orden.

Nicolás: ni se te ocurra no ir, pendejo. Te voy a hacer mierda –lo soltó, me dedicó una última mirada, y sin decir más, se fue. Dejándome a mí con la boca abierta, y a él con el miedo a flor de piel. Me senté de nuevo y lo miré. Él, no decía nada, y ni siquiera me miraba. Tenía un nudo en la garganta, por mis ganas de llorar acumuladas, pero yo tenía que ser fuerte, y transformarlo a él, en una persona fuerte. Respiré hondo, y tomé sus mejillas para que me mire a los ojos.

Lali: no voy a dejar que nada te pase –dije con voz gangosa- te prometo que no voy a dejar que nada te pase –y previo a eso, lo abracé con todas mis fuerzas. Ojalá con un abrazo se pudiera proteger a una persona. Ojalá.

Continuará...

Un mundo distinto ( 60 )

Novela: Un mundo distinto
Capítulo: Nº60 "Enemigos de por vida"

Jorge: pará Eugenia! –gritó cuando luego de descubrirnos se fue corriendo. Cuando empezó a subir las escaleras yo la seguí, pero a mitad de camino me dí vuelta para frenar a la pareja de atrás.

Lali: me gustaría que ustedes no intervengan –les dije a la pareja más grande ya hicieron mucho por mí –ellos asintieron y detuvieron su caminata- vamos amor –le dije a Peter. Esta vez no iba a ser como aquel día que me ‘pescó’ a punto caramelo en el cuarto de Peter. Esta vez necesitaba su apoyo, ese tan incondicional. Estiré el brazo, y apenas sentí como me apretaba caminé a la par de él. Ibamos en dirección al cuarto de Eugenia, pero cuando pasamos por el de Peter (y mío también), la vimos de espalda mirando todo el dormitorio. En un instante agarró mi bolso y empezó a revisarlo.

Peter: Eugenia... –dijo Peter para que se calmara, cuando terminó de desparramar toda la ropa que había en mi bolso por toda la habitación.

Eugenia: Qué? –gritó y se dio vuelta para mirarnos- que queres? No entiendo como no me di cuenta! Tenia el enemigo viviendo en mi casa! –volvió a gritar, y notamos sus ojos inyectados en lágrimas, aguantándoselas. Pero antes que saliera una rebelde, salió bruscamente del cuarto, empujándonos a ambos. Fue casi corriendo a su cuarto, pero antes que cierre con fuerza la puerta, Peter la detuvo. Ella, fallida, se sentó de espaldas en su cama, mientras nosotros la mirábamos desde la puerta- qué más quieren de mí? Juro que me bancaba verte unos minutos en mi casa, aguantaba sentirte en el cuarto de Pedro. Pero después te ibas! Te ibas! Y yo no quedaba como una pelotuda! Vivías en mi casa! En mi casa! Mi enemiga estaba en mi casa! –gritó fuerte.

Lali: yo no soy tu enemiga! –grité el doble para que me escuchara. Se dio vuelta y me miró- yo no soy tu enemiga! Es un personaje inventado en tu cabeza, porque yo no tengo absolutamente nada contra vos, y vos no deberías tener nada contra mí!

Eugenia: claro... –dijo indiferente- ahora resulta que si tu novio piensa en otra chica, esa otra no es tu enemiga, no?

Lali: él me engañó con vos!

Eugenia: pero no pensaba en mí! No pensó en mí, no piensa en mí, ni jamás va a pensar en mí! Todo por vos, y por vos. Te engañó conmigo porque VOS no estabas con él, está ahora conmigo porque VOS no estas con él, y seguramente esté conmigo porque VOS vas a estar casada y vas a tener hijos con Pedro! –yo me quedé callada. La verdad es que sentí lástima por ella- no hay personas que más odie en el mundo que ustedes dos –dijo con las lágrimas cayendo sin parar, y sin despegar su mirada de la nuestra desafiante.

Peter: yo? Por qué? –y tenía que meter la pata. Se estaba calmando! Pero metió el dedo en la yaga.

Eugenia: Y me lo preguntas! –gritó- vos tenes toda la culpa de todo! Si fueras normal, como los otros chicos, jamás te habrían pegado, jamás tu mamá hubiera decidido mudarse, jamás habría dejado a mis amigos, jamás habrías conocido a Lali, y jamás me habría enamorado de Nicolás –se secó rápidamente las lágrimas- todo es tu culpa! –gritó con voz ahogada, y ronca de tanto llorar. Y aunque no dejaba de llorar, no estaba roja por eso, sino del enojo.

Peter: te puedo pedir algo como tu medio hermano? –dijo suave, después de unos dos minutos, en cuanto su respiración se había calmado, pero obviamente no recibió respuesta alguna- por favor, no le digas esto a Nicolás. No le digas que Lali está viviendo acá –respiró hondo, se paró, y nos miró a ambos.

Eugenia: estan muy equivocados –dijo serena- esto no es como los cuentos. Yo no te voy a entender, Mariana. Yo no voy a ser la hermanastra buena, Juan Pedro –dijo bien seca- yo voy a ir, le voy a decir todo a Nicolás. Yo voy a ser la pesadilla de sus vidas, voy a hacer que se arrepientan por haberse metido conmigo, y con mi vida... que ya estaba hecha allá! –dijo en un tono más alto- ahora voy a ir, a decirle todo a Nicolás, y obviamente a insitarlo para que te venga a dar una buena trompada, Peter. Necesitas que te acomoden las ideas, por dos cosas... uno, por meterte conmigo; y dos, por tener tan mal gusto –y me miró con desprecio- y quien sabe –dijo ya yéndose- quizás tu mamá nos hace volver allá porque se dá cuenta de lo últra violenta que es esta ciudad. Quizás, Nicolás se de cuenta que su enamorada es una pendeja, y quiera estar con una mina de verdad. No sé... quizás. Pero lo que sé, es que Nicolás se merece la verdad –y sin decir más se fue caminando por el pasillo.

Lali: se la merece? –grité para que me escuche, y detuvo su paso- después de todo lo que nos hizo a las dos, vos crees que se merece una verdad? –se dio vuelta y me miró.

Eugenia: no sé si se la merece... pero me digas lo que me digas, la va a tener –y sin detenerla, siguió su paso hasta que, por la escalera, no la pudimos ver más.

Continuará...

Un mundo distinto ( 59 )

Novela: Un mundo distinto
Capítulo: Nº59 "Agente fallido"

Jugo, café con leche, media lunas... los desayunos de Claudia eran amplios de sabor y muy llenadotes. “El desayuno es la comida más importante del día” sostenía. Recién nos había llamado a mí y a mi novio para ir a la cocina a ingerir todo tipo de alimento preparado por sus manos.

Lali: bajá vos, ahora voy –le dije a Peter cuando lo noté esperándome. Éste asintió y sentí como bajaba la escalera. Estabamos en domingo, eran las 10.30hs, y yo aprovechaba la casa sin Eugenia. En realidad, la casa sin presencia espiritual, porque su cuerpo estaba arriba, volando en los sueños más locos de otra dimensión. Aproveché el tiempo en soledad para hacer algo que hace mucho no hacía, y que extrañaba. Aproveché para tener una conversación con mi mamá, ya que los domingos por la mañana mi hermano tiene partido y mi papá lo va a ver, sin excepción. Entonces quería llamarla, para que nadie nos interrumpa, y poder tener una buena conversación.

Xxx: hola?

Lali: hola mami –dije apenas reconocí su voz del otro lado de la línea.

Majo: hola mi vida! –dijo eufórica- dónde estas parando?

Lali: acá en frente, en lo de mi amigo... –mi vieja era la mejor, pero en el momento de guardar un secreto siempre lo divulgaba. No por mala, sino porque no sabía guardar secretos. Entonces preferí decirle que estaba con un amigo, y no con mi novio.

Majo: estas bien? Comes bien? –ahora es cuando reafirmo la frase “las madres son todas iguales”.

Lali: como perfecto, mamá. Y estoy perfecta... –dije sin poder evitar una sonrisa- vos como estas?

Majo: yo? Perfecta. El tema es tu papá. Te contó Candela que fue a su casa a buscarte?

Lali: no! No me contó.

Majo: sí, fue ayer –claro, ayer fue sábado y mantuve mi celular apagado mientras pasaba la tarde con Peter- igual ahora está un poco más calmado... pero es un desastre, eh! Cuánto tiempo más vas a mantener esto?

Lali: lo que pueda, Má. Por ahora lo que me importa es que nosotras no perdamos contacto.

-Lali! –se escuchó un grito desde la planta baja- ya está el desayuno!

Lali: ahí voy! –respondí con un grito también, y volví al teléfono- bueno mami, me voy a desayunar.

Majo: bueno, cuidate Marian! –era a la única que le permitía ese apodo- te amo hija –y aunque la situación con mi papá y mi hermano no había mejorado, va a llegar un momento en el que no voy a aguantar sin mi mamá. Ella siempre fue la que estuvo para mí, junto a mi hermana, y jamás la dejaría. Y aunque mi papá tenga los tornillos desenroscados, sé que no es así. Siempre se dejó llevar por las palabras de mi hermano, pero nunca llegó al extremo de no creerme, y menos el de pegarme. Pero sé que mi papá, sigue existiendo, y éste es uno inventado.

Lali: yo también mamu –envié un beso con ruido, y corté la comunicación para dedicarme a bajar las escaleras a la cocina. Apenas entré a ésta noté a la familia (o parte de ella) ya desayunando- buen día! –dije en voz alta, para que todos se sientan parte del saludo y me senté al lado derecho de Peter. Le dí un corto beso como saludo (aunque en el cuarto nos habíamos saludado) y empecé a beber mi chocolatada con medias lunas.

Xxx: qué hicieron ayer? –preguntó Jorge, curioso, mientras hojeaba el diario que llegaba todos los domingos.

Peter: caminamos, tomamos un helado, le pedí matrimonio... nada fuera de lo común –bromeó.

Jorge: para cuando la ceremonia? –continuó la broma, y logró risas de todos- pero la pasaron lindo, no? –y yo sin dudas asentí sonriendo. La verdad era que había sido una tarde maravillosa.

Claudia: las medias lunas son caseras Lali, espero que te gust... –y justo en ese momento escuchamos un hablar detrás de nosotros.

Xxx: qué es esto? –gritó una persona. Y acá no me pude salvar. Respiré hondo, e intenté pensar en una milésima de segundo, alguna idea para hacerme zafar de esto, pero, de pronto, sentí una mano deslizarse por mi muslo derecho. Era Peter. Lo miré, y él me miró con un dejo de disculpas. Me miró triste, y ahí noté que todo había acabado. No me podía esconder debajo de la mesa, no me podía tapar la cara para que no me reconozca, ni si quiera podía hablarle, e intentar explicarle algo, por el nudo en la garganta que tenía. En fin, el intento de agente 007 no pudo ser completado.

Continuará...

Un mundo distinto ( 58 )

Novela: Un mundo distinto Capítulo: Nº58 "Tarde de amor"

Lali: te amo, mucho mucho muchísimo –dije mientras él apretaba suavemente mis cachetes para manipular mis labios logrando que besen los suyos. Era sábado, 17hs, y ambos estábamos disfrutando de la naturaleza que poseía el Parque Príncipe, nostálgicos, mientras recordábamos nuestro primer beso en el mismo lugar y posición que aquél día. Los besos iban y venían, y jamás acababan. Eran besos felices, besos eufóricos, besos pasionales, besos por todas partes.

Peter: yo también linda –me dijo con una sonrisa, y me contagió. Acaricié su mejilla derecha y abracé su cintura para besarlo mejor- bueno... superamos el día de ayer eh! –dijo feliz por nuestro logro. Claro que el primer día de nuestra mentira era el más importante... y como nos habían creído, la felicidad nos había inundado- debo admitir que no me gusta esto de fingir nuestro amor...

Lali: Y por qué lo queres hacer? –dije mirándolo a los ojos.

Peter: Lá –me retó y yo bajé la mirada- no puedo conmigo mismo... me da miedo. Me da miedo que me pase algo, que nos pase algo. Y además acordate que nos tenemos mutuamente todas las noches, abrazaditos, mimándonos –pero yo aún no lo miraba, aunque trataba de convencerme- dale gorda... no te enojes –intentaba mirarme a los ojos, pero yo lo esquivaba. Sabía que no podría aguantarme a su mirada- mirame –me ordenó, pero no cumplí, así que me tomó de las mejillas y me obligó por inercia a que lo mirara a los ojos- si no te gusta para nada esto, por qué me dijiste que sí?

Lali: por qué? –le reproché- porque te amo, Pitt, y quiero que estés o más cómodo posible. Aunque se que no tiene nada que ver conmigo, porque me lo repetiste mil quinientas veces, no puedo evitar pensar en eso... pensar que lo haces todo porque no queres que te vean conmigo –bajé la mirada.

Peter: pero... –lo interrumpí.

Lali: pero, si es lo que vos queres... está todo bien.

Peter: no te enojes.

Lali: no me enojo –dije simulando una sonrisa- soy yo... que creo boludeces, y no puedo aguantar mis pensamientos, perdón.

Peter: ey –acarició mi mejilla- no es lo que vos pensas, y quiero que dejes de pensar eso, está bien? –asentí- te amo –acarició mi mejilla y me besó suave.

Lali: yo también –sonreí.

Peter: queres un helado? –me preguntó sonriendo, y no me pude negar. Él se paró y me ayudó a levantarme también, y abrazados de costado fuimos hacia la heladería de a dos cuadras del parque, para por fin cumplir nuestro antojo. Cuando llegamos, ambos pedimos nuestros gustos de helado preferidos, Menta Granizada y Super dulce de Leche para mí, y Limón y Chocolate Suizo para él, y nos fuimos a sentar a unos bancos de la propiedad al aire libre.

Lali: qué onda Eugenia con Nicolás? –pregunté de la nada, ya que había recibido un mensaje de Nicolás (sí, aún seguía insistiendo con el hecho de volver, y disculparse ante mí. Pero, obviamente, no recibía respuesta de mi parte), y la verdad es que me intrigaba el tema.

Peter: te importa? –me cuestionó.

Lali: si me importa él? –asintió- no bobo –reí- me acordé del primer día que estuve en tu casa, que ella le gritó a él en la puerta que no lo quería ver más, y me intriga eso, no sé... –suspiró con enojo- ey! Cuando vas a entender que no me pasa nada con Nicolás? –levantó los hombros, indiferente- solamente lo estoy preguntando para saber que es de la vida de mi ex novio que me engañó –remarqué eso, me parecía medio absurdo que siga creyendo que podía estar enamorada de él, luego de semejante dolor- y tu media hermana, con la que me engañó –suspiró- es pura intriga, Peter!

Peter: lo que sé, es que el pibe este –refiriendosé a Nicolás- le da vueltas, pero ella lo frenó cuando se enteró que te seguía llamando –y ahí recordé su mirada de asombro, cuando se lo confesé el día que nos descubrió a Peter y a mí en el mismo cuarto a punto caramelo- y cuando se peleó conmigo. En fin, se dio cuenta que te sigue queriendo a vos, y que a ella la usaba para sacarse las ganas –mordí mi labio inferior en signo de lástima. La verdad es que me daba tristeza lo que estaba viviendo Eugenia. Es verdad, sigue siendo una de las peores personas del planeta y sin códigos, pero aún así sentía lástima porque su amor no le daba pelota. Por unos minutos el silencio apareció, ninguno de los dos emitía palabra, hasta que...- pobre pibe, no? –lo miré confundida.

Lali: quien?

Peter: Nicolás... pobre pibe.

Lali: por qué pobre? –porque sí, sentía lástima por Eugenia, pero por Nicolás jamás.

Peter: sí, pobre. Sigue creyendo que te va a poder recuperar, pero vos ya sos mía de por vida... –sonrió ganador y yo reí. Me acerqué a él, y lo besé. ¿Para qué responder? Si tiene toda la razón...

Continuará...

Un mundo distinto ( 57 )

Novela: Un mundo distinto Capítulo: Nº57 "No puedo amarte más"

Xxx: viste cómo te miró Peter? –dijo mi compañera de banco, Rochi, después de haber finalizado el recreo y haber vuelto al aula, para padecer una hora lenta y larga de Biología.

Lali: eh? No! Cómo? –dije indiferente.

Rochi: te miró con deseo, es obvio que te sigue queriendo ese chico. Está muerto por vos... –la miré negando- si gorda! Te lo digo yo... Qué pasó para que no estén juntos? Hacían re linda pareja juntos.

Lali: simplemente –suspiré- no nos entendíamos. Ya fue para mí –y si supiera que para mí no fue, y que estamos en nuestro mejor momento de pareja. Me encantaría contarlo... pero nadie, es nadie. Peter no quiere que nadie se entere, lo voy a cumplir. Y me dolía, me dolía mentirle, pero más me dolería que Peter se llegase a enojar conmigo por no cumplir sus pedidos con respecto a la pareja.

Rochi: te puedo hacer una pregunta? –dijo después de unos minutos en los que la profesora había dictado una serie de actividades para realizar. Obviamente asentí mientras empezaba a copiar la primera pregunta- te la hago a vos porque sos la única que sabe dar buenos consejos... –sonreí, totalmente alagada- viste que yo con Pablo 0 ahora.

Lali: cómo 0?

Rochi: ya fue Lali. Yo lo amo a él, con todo mi corazón, pero parece que el quiere boludear un rato, quiere que yo sea un “Cuando tengo ganas”, y sabes que a mí las cosas así no me van ni por el dedo gordo –asentí- estoy harta del boludeo permanente, yo quiero que alguien me quiera enserio. Creo que ya estamos grandes para cosas así, no? –asentí de nuevo, dándole toda la razón- Ojo eh! Él cuando quiere es un tierno increíble, pero cuando quiere también va y está con una mina y después me viene con el cuento de “Nosotros no somos nada” y estoy cansada de eso, entendes? –asentí de nuevo- el tema es que ahora estamos peleados... y... un chico me tiró onda –sonreí por inercia al ver la sonrisa que le aparecía apenas nombró a ese chico con el que, sin pensarlo dos veces y sin esperar su aprobación, le estaban pasando cosas- pero hay unos problemitas...

Lali: cuáles? –porque me causaba intriga que un chico que la llene de sonrisas, tenga problemas.

Rochi: uno, –comenzó a numerar- sigo enamorada de Pablo. Dos, tiene un año menos –la miré sorprendida- tres, es Gastón –dijo de una, y me quedé paralizada en mis pensamientos, recordando a Gastón, el hermano de Nicolás, cuando me dijo que estaba completamente enamorado de Rocío y que iba a hacer lo posible para estar con ella- ey, Lali –y yo seguía en mis pensamientos, porque eso me había hecho acordarme a Nicolás... y a lo bien que la pasábamos en esos tiempos, cuando nos queríamos de verdad. Pero rápidamente me acordé de Peter, y de lo perfecta que es mi vida con él, y obviamente me olvidé por completo de Nicolás, como pasó en realidad- Lali! Volvé! –giré mi cabeza de un lado a otro, volviendo a tierra- la verdad no sé que hacer. Él me encanta, es un tierno total... pero no sé.

Lali: pero por otro lado está Pablo, no ‘no sé’.

Rochi: ¡Quiero consejos!

Lali: ahí, lamento decirte que no te puedo aconsejar, amiga. Eso es algo que tenes que pensar vos, elegir vos, y sobre todo, tenes que escucharte a vos misma. No te digo el típico que escuches a tu corazón, simplemente escuchate a vos –me miró y asintió, cuando justo en ese momento sonó el timbre de salida. Feliz, tomé mis cosas, y noté como Peter ya se iba del establecimiento. Me retiré del colegio junto a mi grupo de amigos, y los saludé a cada uno, para poder retirarme a mi punto de encuentro con él: la plaza. Allí, apenas llegué, sentí como dos manos se abalanzaban hacia mí y me tapaban los ojos, prohibiéndome la vista.

Xxx: hola linda –me dijo al oído, y su voz fue mi confirmación sobre su persona, y sin decir nada me dí vuelta bruscamente y lo besé.

Lali: hola lindo –rió y lo volví a besar. Caminamos hacia un banquito de la plaza y nos sentamos en él, yo arriba de él y tomándolo por el cuello para besarlo con más comodidad, mientras él me tomaba por la cintura para sostenerme pegada a él. Después de un rato, él cortó el beso y me miró.

Peter: no deberíamos estar besándonos en una plaza a dos cuadras del colegio, nos podría ver cualquiera... –dijo riéndose mientras yo lo seguía besando.

Lali: no me importa –cortito y al pié, y lo volví a besar.

Peter: me mata no poder hablarte en toda la mañana... –dijo después que de cortar un segundo beso.

Lali: sí, pero lo bueno es que te lo compenso durmiendo con vos toda la noche –sonreí, tierna y mordió su labio inferior.

Peter: no te puedo amar más, no puedo... –sonreí y lo besé.

Continuará...

Un mundo distinto ( 56 )

Novela: Un mundo distinto Capítulo: Nº56 "Tardanza"

Xxx: arriba chicos, al cole! –sacudió nuestras piernas entrelazadas debajo de las sábanas, porque aunque teníamos dos camas por separado, dormíamos juntos igual... y a Claudia no parecía molestarle cuando se hizo presente en el cuarto con el desayuno para dos ya hecho. Nos levantamos con mucho cansancio y comenzamos a desayunar, el colegio esperaba nuestra llegada. Otra vez aparecía el silencio de cada comida, pero ambos sabíamos que ese silencio lo disfrutábamos al igual que una conversación, porque nos permitía ver los gestos y costumbres simples del otro. Después de cambiarnos, prepararnos, y llegar al punto de estar listos para encarar el día, fui yo la primera que salió luego de un beso de despedida –ya que durante el día no íbamos a poder, por la decisión tomada ayer a la noche. Salí, sintiéndome el agente 007, intentando no cruzarme a Eugenia, aunque sepa que en ese momento era imposible que me vea porque estaba duchándose. Saludé rápidamente a Claudia, le agradecí por el desayuno, y partí para el colegio, ya que Jorge ya se había ido a su trabajo, y no tuve la oportunidad de saludarlo. Apenas llegué sonreí por encontrar al grupo junto (salvo Noe, que jamás nos volvió a hablar, ni a Rocío, ni a mí, ni a los chicos, y tampoco a Candela) puse mi mochila al lado de la de Rochi, marcando territorio a mi lugar, y me acerqué a saludarlos. Como siempre, me llenaron de besos y abrazos con mucha euforia, y me senté arriba de Agus, porque las sillas del círculo estaban ocupadas.

Cande: epa! No se arreglaron?

Benja: quienes?

Agus: Peter y Lali, boludo!

Lali: no, cuando te fuiste –dirigiéndome a Candela- nos peleamos –y qué feo me hacía mentirles. Quería escupirles en la cara toda la felicidad que estaba viviendo, pero no podía por decisión de Peter y yo iba a aceptar esa decisión.

Agus: Y donde estas parando, ahora?

Lali: en casa, volví porque no había otra, pero no me hablo ni ‘mu’ con mi viejo y mi hermano.

Rochi: qué feo gorda! –asentí y cambié rápido de tema. No quería que la mentira se agrande más, y que cuando se descubra sea peor. Como siempre, nuestras conversaciones eran multi-temas. Esta vez, nos enamoramos un poco de la pareja de Benja y Mechi, que ayer cumplieron sus valiosos seis meses y salieron a desparramar ternura a un restaurante muy elegante elegido por él. Se lo notaba enamorado y feliz, como yo, pero él tenía la posibilidad de contárselo al mundo. El timbre sonó, y él todavía no había llegado. Raro. Él siempre llega cinco minutos antes del timbre, me resultaba tan raro que no esté acá sentado todavía, pero mis pensamientos fueron interrumpidos por los cansables retos del preceptor obligándome a que me siente en mi lugar, al lado de Rochi. ¿Qué había pasado? Seguía pensando. Él nunca llega tarde, jamás, y eso me preocupaba más todavía. Entró la profesora de Química y empezó a dar clase, dado por sentado que Peter no iba aparecer. Yo mordía mi lapicera nerviosa, hasta que la sangre me volvió a circular cuando lo ví entrar, un tanto desordenado.

Peter: perdón por la tardanza, profesora –dijo con la voz agitada. Me dedicó una mirada y se sentó en su banco. La hora no fue entretenida, fue aburrida porque estábamos a semanas de una prueba muy importante, así que lo único que quedaba era prestar atención para tomar apuntes y poder estudiar de la mejor manera, y además, estaba con la intriga sobre que le había pasado a Peter, para llegar tarde al colegio. Cuando sonó el timbre de salida al recreo, pasé por el banco que usaba Peter, y dejé un papelito sobre él que había escrito mientras la profesora daba los últimos temas de la prueba muy cautelosa. “Te espero en la biblioteca” decía textual, todo para que me explique su tardanza, y para compartir un poco de cariño ya que no lo podemos hacer en frente de todos. Cuando nos juntamos en el recreo con el grupo, les dije que iba al kiosco, pero en vez de ir allí, fui a la Biblioteca a cumplir mi cometido: encontrarme con él. Caminé por los pasillos de la biblioteca hasta que alguien me tomó del brazo y me besó repentinamente. Me asombré por un principio, pero cuando reconocí esos labios me dejé caer en su cuerpo. Me separé lentamente y lo miré.

Lali: qué pasó que llegaste tarde? –lo besé cortamente, labios adictivos eran los suyos.

Peter: alteraste mi cronograma de vida –rió y me besó- cuando te fuiste me bañé y ya era tarde, después tuve que buscar la ropa adecuada para venir –lo miré de pies a cabeza: estaba vestido con un Jean caído que mostraba su ropa interior, una remera negra que de frente decía una frase en inglés y el pelo desprolijo. Lo felicité por su logro y lo premié con un beso- y bueno... después me atrasé en todo –reí- te amo, y mucho –sonreí y lo besé. No hacía falta respuesta.

Continuará...