Lali: no no no no no! Perdón! Estás bien? –me acerqué a ayudarlo- perdón, no sabía que eras vos perdón! Enserio, estas bien? Querés que llame a la ambulancia?
Xxx: ey, Lali –se tocó la mandíbula- ya está –me calmó- estoy bien, no hace falta llamar a nadie –se acercó a mi y tomó mis manos.
Lali: perdón! Te duele? –le miré el cachete que lo tenía rojo- Me muero! Soy una tarada!
Xxx: te perdono, no me duele, no te mueras! Y no sos una tarada... yo soy el tarado que te asusta a las siete de la noche por la calle –reímos- vamos juntos? –Asentí- de dónde venís?
Lali: acabo de salir de lo de Candela.
Xxx: eso es lo que te dijo hoy Benjamín que no me quisiste decir?
Lali: no empieces, Peter.
Peter: yo no empecé nada...
Lali: vos por qué estabas por acá? –cambié de tema.
Peter: conociendo el barrio, mirando un poco de todo... muchos parques y plazas por acá eh...
Lali: sí, por suerte. Se siente mejor tener más parques y menos edificios. Y si te tomas el Bondi que pasa por acá te deja en el río. Ahí vamos siempre con los chicos –‘ah’, pronunció, y se produjo un silencio bastante incómodo.
Peter: Lali... –lo miré- como fue tu primer beso? –esto parecía una conversación de nenes de quince años. Me reí un poco y lo miré, el estaba serio.
Lali: fue con un chico en un baile del colegio... El gustaba de mí y yo de él, estábamos bailando y se acercó y me besó. Igual, fue raro porque no sabíamos mucho como hacerlo, teníamos trece años y estábamos aprendiendo a besar –Me reí- unos bólidos... –silencio- tu primer beso?
Peter: nunca lo tuve... –me miró a los ojos. Se sentó en el pasto del parque príncipe (a dos cuadras de nuestras casas) y desde allí me seguía mirando. Yo estaba en shock, Peter tenía dieciocho años y jamás había besado a una chica- ya te podes reír, eh.
Lali: no me voy a reír –me senté a su lado y el me siguió con la mirada- es más, me siento mal porque pensaste que me iba a reír.
Peter: no te conozco, una persona normal se reiría.
Lali: yo no soy normal, Peter. Nadie es normal, cada uno es como se le parezca. No soy una persona superficial e influenciable, y tengo pensamiento propio. Para mi no existen las generalidades, y menos las de pensamiento.
Peter: te creía distinta...
Lali: para bien o para mal?
Peter: te creía distinta para mal. Yo creía que eras una más del montón de taradas.
Lali: me alegra no serlo –sonreí, y sonrió también- y también me alegra haberte sacado una sonrisa –acaricié su pelo- y porqué te preocupa tanto no haber besado? Digo... hasta hoy a la mañana no te dejabas influenciar por nada ni nadie...
Peter: sigue sin preocuparme. Es que me dieron ganas de saber que se siente, explorar los labios de otra persona.
Lali: no es la gran cosa, igual. No te perdes de nada...
Peter: te molesta si me acuesto en tus piernas? –lo miré- apoyo mi cabeza en tus piernas... te molesta? –negué y lo hizo. Lo miré desde arriba y comencé a acariciar su pelo. Era suave, muy suave- me lo tengo que cortar, el pelo digo...
Lali: no, lo tenes re lindo así –sonreímos- tengo una pregunta. Espero que no te parezca atrevida ni nada de eso...
Peter: hoy te pregunté si eras virgen, no creo que haya algo más zarpado que eso –reímos- por cierto... me debes la respuesta!
Lali: te dije que en algún momento te iba a responder... dejame preguntar ahora! –Rió y asintió- vos no besaste porque no querías o porque no se dio la oportunidad?
Peter: poco de ambas... la única vez que tuve oportunidad fue a los quince en una fiesta, pero no quise porque la chica no me gustaba y después no se presentó oportunidad –yo seguía acariciándole el pelo- igual... era obvio que no se iba a presentar la oportunidad, quién querría besar al nerd?
Lali: cualquiera que te conozca, Peter. Sos lindo, inteligente, te vas de tema a veces y sos medio molesto, pero sos un pibe muy copado.
Peter: vos me besarías?
Continuará...
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