10 de febrero de 2012

Un mundo distinto ( 49 )

Novela: Un mundo distinto Capítulo: Nº49 "Emisor inconfundible"

Xxx: temo interrumpir –finalizamos el beso en el que estábamos sumergidos hace apenas unos segundos- qué tiernos que son –Peter sonrió, y yo miré a Candela intentando que se apure en decirnos lo que tenía que decirnos, así poder seguir con mi sesión de mimos con mi novio- eh, sí –dijo al notar mi cara- yo me tengo que ir a teatro ahora, Lali. Cualquier cosa está Juani en casa y te abre la puerta.

Peter: quien es Juani? –dijo mitad curioso, mitad celoso.

Cande: mi hermano –respondió por si sola, cuando en realidad la pregunta era para mí.

Peter: bueno –se paró del banco- ahora vamos a tu casa, Cande, buscamos las cosas de Lali, y venis a quedarte a mi casa.

- Enserio? –dijimos a unísono con Cande, ambas totalmente asombradas por o que acabábamos de oír.

Peter: sí, dale, vamos –me tomó de la mano y me empujó para que camine a la par suyo. Tal cual dijo, el plan comenzó. Debo admitir que me resultaba raro vivir con él, aunque quizás sea por poco tiempo, era lo mismo de raro. Era ir a su casa, dormir en ella todos los días, cuando tan solo entré una vez (y no tuvo un buen resultado). Claramente, no me convencía.

Lali: Pí, vos preguntaste en tu casa si yo podía ir?

Peter: no, todavía no –yo bajé mi mirada- por eso te voy a dejar en lo de Cande, y mientras vos arreglas tus cosas, te relajas un poco, y te preparas yo voy a hablar con mi vieja –dijo cuando llegamos a la casa en la que estaba residiendo- yo te aviso todo, sí? –me besó, queriéndose ir.

Lali: pará un segundo Pitt –sostuve su brazo- no quiero que fuerces ninguna decisión, está bien? No quiero que obligues a tu mamá a que yo vaya para allá, ni que te enojes con ella. Yo voy a poder estar acá por un tiempo muy largo... así que tranquilo, tomate con calma la respuesta, sí? –porque la verdad que no quería que su madre me encuentre como una necesitada- prometeme que te vas a calmar –el asintió- y me vas a mandar un mensajito cuando te digan –asintió- y me vas a dar un besito ahora –dije sonriendo, y luego de que asienta, me besó corta y tiernamente- te amo –acaricié su pelo.

Peter: yo también Lá –rió y me besó por un rato más. Cortó de repente el beso y se alejó unos pasos- me voy porque sino me quedo acá, y jamás me iría si fuese por vos –me reí, porque tenía toda la razón. Si fuese por mí, jamás lo dejaría ir. Me saludó de nuevo con un beso volador, y se fue. Toqué timbre y Juani me abrió en cuero (sí, admito que por cinco segundos me olvidé que tenía novio) pero después reaccioné. Entré a la casa, fui a la cocina y me hice un sándwich de jamón y queso, sí, era tanta la confianza que tenía con la familia Vetrano que podía tranquilamente hacerme sándwiches. Subí al cuarto de Cande, en donde me estaba alojando y arreglé un poco mi bolso, por si la respuesta de la familia Lanzani era positiva, mientras escuchaba y cantaba a todo volumen la banda sonora de Glee, al ritmo de Finn Hudson, Rachel Berry, y todo el grupo. Cantaba a los gritos sin tener vergüenza, Juani estaba acostumbrado a escuchar los duetos desaforados junto con Candela. Estuve treinta minutos terminando de acomodar todo, ya que no había logrado con un día de estadía desparramar mi ropa por todo el cuarto. Como estaba aburrida, llamé a mi mamá para escuchar un rato su voz. Con mi vieja tengo una relación muy madre e hija, y eso me hace extrañarla mucho. Ella y Ana Laura sabían que estaba en lo de Cande, pero le pedí que no dijera nada, porque si no mi papá vendría a buscarme con un ejército si es posible.

Xxx: hola? –escuché del otro lado de la línea, y reconocí su voz.

Lali: hola má, soy Lali.

Majo: hola Lorena! –dijo actuando, y caí en que seguramente estaba en frente de uno de los perjudicados con la pelea.

Lali: está papá ahí?

Majo: exacto, qué necesitabas Lore?

Lali: contarte que me voy a la casa de un amigo, ahí en frente de casa.

Majo: los nuevos?

Lali: sí, ahí.

Majo: ah, bueno, después hablamos sí?

Lali: dale, te amo má –‘yo también’ fue el pié de corte de conversación. Estuve un rato en Facebook, riéndome con la página de Tu secreto, y también escuchando música, hasta que recibí un mensaje. “Y? qué esperas para venir compañera de cuarto?”, e inmediatamente me apareció una sonrisa gigante, era imposible confundir al emisor del mensaje.

Continuará...

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