10 de febrero de 2012

Un mundo distinto ( 45 )

Novela: Un mundo distinto
Capítulo: Nº45 "Oído amigo"

Lali: te necesito –contesté con lágrimas en los ojos y la abracé sin aviso previo, pero ella automáticamente se unió al abrazo un tanto preocupada por mis lágrimas. Refregó varias veces mi espalda dándome calor y calmando mi llanto, como siempre lo logró. Me hizo pasar a su casa y dio aviso a sus papás que me iba a quedar a dormir a su casa- juro que me quedo solo por hoy –dije cuando llegamos a su cuarto.

Xxx: es tu segunda casa, Lali... te podes quedar todo el tiempo que quieras –me senté en su cama dejando mi bolso en el piso y respiré hondo mientras secaba mis lágrimas. ¡Basta de llorar Mariana! Me lo repetía a mi misma miles de veces, pero me era imposible. Miré hacia abajo unos segundos y mis lágrimas comenzaron a salir aceleradamente, ella se acercó a mí y me abrazó- sh, tranquila... –no podía detener mi llanto, esta vez sus frotes en mi espalda no sirvieron de calma- ey gorda, pará un poco que me vas a hacer llorar a mí!

Lali: No, no quiero que llores vos –dije mirándola a los ojos, mientras calmaba a mis lágrimas.

Xxx: quizás, si me decís porqué lloras, calme mis lagrimales –sonrió con esa paz que ella sola sabe dar.

Lali: todo me pasa a mí –me sequé las lágrimas- primero Nicolás me engañó.

Xxx: qué? Con quién?

Lali: con Eugenia...

Xxx: viste! Yo siempre te dije que esa chica me daba mala espina! –dijo recordándome esa vez que los chicos nuevos entraron al colegio.

Lali: después me enamoré de Peter –sonreí alocadamente al acordarme de él, y ella sin cuestionar sonrió también- después me peleé con él...

Xxx: por lo de hoy a la mañana? –claro, todo el colegio había visto la pelea con Nicolás.

Lali: sí, no sé. Me llamó de repente y me dijo que no me quería ver más –quiso hablar- y eso no es todo, eh –me miró para que prosiguiera- mi papá me pegó –bajé la mirada de la vergüenza que me producía tener un papá así.

Xxx: cómo que te pegó?

Lali: Sí, no sé que mierda se le cruzó por la cabeza y me dio flor de cachetada –suspiré- y por eso me fui de casa –asintió- en síntesis, estoy pasando el peor día de mi vida –me largué a llorar de nuevo.

Xxx: pará gorda, por qué no me contás bien todo? –asentí y comencé a contarle toda la historia, desde que asumí amar a Peter, hasta hace unos minutos. Era increíble como sus caras cambiaban, la verdad que mi vida en este último mes había cambiado demasiado. Podía sonreír porque le contaba mi primera vez con Peter, podía sorprenderse por la reacción de Nicolás al plantearle su situación con Eugenia, podía enojarse con mi hermano, podía llorar conmigo por la decepción que me había causado mi papá. Ella sentía lo mismo que yo, y siempre lo hizo. Siempre percibió cada síntoma en mi cuerpo, y sabía y ahora sabe todo de mí.

Lali: gracias Cande, gracias por estar conmigo, no sabes cuanto te necesitaba amiga.

Cande: sh gorda, no agradezcas... yo estoy acá con vos –sonrió y secó alguna que otra lágrima que había salido durante el relato a causa de la nostalgia que me causaba mi historia- con respecto a lo que pasó... yo... perdóname –dijo sincera.

Lali: ya está Can, vivamos el ahora. Ahora estas conmigo, ayudándome con mi vida complicada como siempre, vivamos esto –me abrazó- te quiero mucho amiga.

Cande: yo también morocha –y ahí caí cuanto la necesitaba, cuanto me hizo falta en este tiempo. A Candela la conozco desde los cuatro años, durante la infancia nos hablábamos poco y nada, no nos llevábamos muy bien, cada uno tenía su grupo de amigos. Ella estaba todo el tiempo con Noe, y yo todo el tiempo con Rochi. Cuando Noe y Rochi se hicieron amigas, nosotras por lógica nos juntábamos. Ahí, a los 12 años empezó nuestra amistad, pero esa amistad se soldó muy rápido, como para en cinco años poder asegurar que la conozco perfectamente, de una punta a la otra. Doy gracias por haber conseguido una mina así para tener como compañera de ruta para toda la vida. La vida es un largo camino, y no está bueno circularlo sola. Yo sé que mi amiga es la más loca, la más boluda, la más celosa, la más histérica e in entendible, pero con todos sus defectos la amo porque siempre estuvo. La entiendo, la aconsejo, y descubro cada cosa que le pasa, y ella es igual conmigo. Nuestra amistad ya no es normal, ella es como una hermana para mí, de tantas cosas que pasamos juntas. Ella es la que me aguantó toda la vida, y la que creo que lo va a seguir haciendo. Con ella sé que no tengo una amistad pequeña, sé que nuestra hermandad va a vivir para siempre.

Continuará...

No hay comentarios:

Publicar un comentario