9 de febrero de 2012

Un mundo distinto ( 27 )

Novela: Un mundo distinto Capítulo: Nº27 "Estudiar una sola boca"

Xxx: dale! Abran la puerta! –habíamos vivido esto varias veces. Un partícipe de la habitación quería entrar, así que ambos nos cambiamos rápidamente y Nicolás fue el encargado de abrir la puerta. Cuando la abrió, lo ví y mis latidos comenzaron a aumentar. Nicolás compartía habitación con Agustín, Pablo, Victorio y... y Peter. Y ahí estaba él, mirándome. Mirándolo a Nicolás. Bajó la mirada, y entró a la habitación. Miró la cama de Nicolás, donde todo había ocurrido, y se dio vuelta- todo bien con sus relaciones sexuales, pero que no afecten mi entrada a mi dormitorio –sin más, se dio vuelta enojado y se sentó en su cama. Lo miré a Peter, notaba su dolor. Y no quería hacerle mal, juro que no. Quizás tenía razón, quizás lo lastimo más estando alejada.

Nico: bueno, bajá los sumos que este también es mi cuarto –tomé del brazo a Nicolás para que se calle- qué, qué pasa? –me preguntó enojado.

Lali: perdón, Peter. No fue nuestra intención –ni se limitó a mirarme, se acostó en su cama y se tapó con una sábana. Nicolás me miró, y salimos del cuarto sin hacer mucho ruido.

Nico: qué se cree boluda? –Me preguntó cuando ya estábamos afuera del dormitorio- es mi cuarto también. Tan poco compañero es que no me deja tener privacidad con mi novia?

Lali: ey, ya fue... listo. Debe tener un mal día... –quería cortar el tema.

Nico: pero nos cortó un momento re lindo –me abrazó- vamos a caminar? –el primer día lo teníamos libre. Mientras avisemos que salíamos, podíamos, pero debíamos llegar antes de las 19hs. Dimos aviso a uno de los coordinadores, y después de darnos unas indicaciones para llegar al centro de Bariloche, salimos del hotel. Caminamos unas cuadras, los únicos temas que se daban a conocer era de lo linda que era la ciudad de Bariloche, y del frío que nos atosigaba- te pasa algo con Peter? –dijo sin anestesia, interrumpiendo mi habla sobre el frío. Lo miré, y me senté, sin mirarlo, en un banco que daba a la vista de las sierras y montañas. Él se sentó, observando mi reacción por la pregunta colgada. Lo miré, y con los ojos y el silencio le dije todo. Sólo miró hacia el frente y no dijo ni una palabra.

Lali: sí, me pasa. Me pasan cosas con él –por si no había quedado claro. Fue un segundo el en el que sentí sus labios enredados con los míos, abrí los ojos por el asombro y noté sus ojos presionados. Esos ojos que no me querían dejar escapar. Se acercó a mí y me siguió besando tomándome de la cintura. Coloqué mis manos en su cuello y cerré los ojos dejándome llevar completamente por sus labios. Sentía todo de él, sentía todos esos enigmas sin resolver, y en un instante se separó. Corrió el pelo que estorbaba la panorámica de mi cara, y dejó otro beso suave sobre mis labios. No entendía nada, le acababa de decir que me gustaba otro chico! Y él me besaba... era increíble.

Nico: yo te voy a sacar a ese chico de la cabeza –me besó de nuevo. Y me dejé. Sí, me dejé. Eso era lo que quería... sacarme a Juan Pedro de la cabeza. Me besaba tiernamente, él quería lograr que yo solo piense en ese beso con él, y que nada ni nadie más me importase. Lo estaba logrando, estaba sintiendo parte de ese amor, estaba sintiendo algo de su parte. Quería lograr quererlo, lograr sacar el nombre Juan Pedro Lanzani de mis labios. Se alejó un poco de mí, mirándome a los ojos- vos queres que te lo saque de la cabeza? –y esa era la pregunta. ¿Quiero sacármelo de la cabeza? ¿Quiero no quererlo más? ¿Quiero eliminar a Peter? No quiero, pero debo. Cuando el debo reemplaza al quiero, es cuando tu mente empieza a pensar en el destino. Empieza a cambiar cosas aunque no quieras solo a favor tuyo o del otro. Comencé a abrazarlo mientras lo besaba, a demostrarle mi cariño. A expresarle todas esas ganas de olvidar a Peter que tenía. Esas ganas de no hacerle mal a nadie. Él me besaba con unas ganas incontrolables de hacerme sentir cosas, para dejar de sentir otras. Quería ayudarme, quería que mis labios sean sólo suyos- te amo –dijo suave, cuando se despegó. Yo lo miré a los ojos, y seguía igual. Seguía sintiendo ese te amo poco sincero, y sin nada de amor. No sentía el ‘te amo’ como quería sentirlo. O las dos palabras fueron una decepción de sentimientos, o él me estaba mintiendo. Lo abracé con todo el amor posible, para no quedar mal. No le iba a decir que su te amo era una mentira, porque eso lo haría o enojar o decepcionarse por lo mal actor que era. Froté varias veces su espalda, dándole un calor cariñoso, y me miró de nuevo- no lo sentís, no? –negué. Se refería a que yo no sentía lo mismo.

Lali: igual, yo te quiero mucho. Y quiero olvidarme de Peter, y quiero amarte –el sonrió y me besó de nuevo. Sí, lo quería. Lo quiero. Yo se que lo quiero. Pero Peter es tan... tan entrometido! Quiero dejar de pensar un segundo en él. No puede ser que con un solo beso a Nicolás lleguen miles de pensamientos a mi cerebro, y no de él, sino de Juan Pedro! Debía olvidarlo, y tenía que ser rápido. Si quería un futuro, debía dejar de pensar en dos besos, y dedicarme a estudiar una sola boca.

Continuará...

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