9 de febrero de 2012

Un mundo distinto ( 40 )

Novela: Un mundo distinto Capítulo: Nº40 "Modo imperativo"

Lali: basta Nicolás! –y corté el teléfono. La realidad es que recibía llamadas diarias de parte de Nicolás, exigiéndome hablar porque estaba totalmente arrepentido. Me busca en el colegio, pero siempre mis amigos lo sacan de mi camino- vos también basta, Pí –martes por la tarde, nos encontrábamos en su casa estudiando lengua ya que teníamos una evaluación integradora dos días después, la prueba que definiría el trimestre. Sus labios se posaban en mi boca, impidiéndome el habla. Hace bastante tiempo me pedía volver a estar juntos, en el sentido de la palabra, con el sentimiento carnal. Yo me sentía muy bien con él sin tener relaciones sexuales, entonces me parecía por momentos medio ilógico- dale Pitt...

Peter: besáme –cumplí con un beso corto- besame más –cumplí de nuevo, esta vez con un beso más largo y conciso- dame mucho amor! –me pidió y me besó pasionalmente. La realidad es que desde Bariloche no teníamos contacto físico. Sí, un record... dos días sin nada de sexo. Aunque fuese un logro mínimo (claro negra, dos días no es nada) para mí es un logro gigantesco. Fueron 48hs sin nada de relaciones, sin nada de ese deseo que siempre solía tener y esas ganas incontrolables y molestas de ‘eso’. Aunque en realidad, hace más días que dos no tengo relaciones, ya que el último contacto físico que tuve con un hombre fue con Peter, y eso que pasó, eso que vivimos, no fueron simples relaciones sexuales cotidianas. Eso que pasó no lo hice por placer, lo hice por decisión, por amor, por amor a él.

Lali: no, pará Pí –reí por su desesperación- no, no –reí de nuevo cuando quiso subir mi remera. El chico claramente había estado en abstinencia toda su vida y ahora quería echar trapitos al sol. Me parecía perfecto, y por momentos me sentía mal por él, pero por unos días quería probar sentir esa abstinencia, quería probar el como se sentía estar seca por unos días (por lo menos por unos días más)

Peter: ey, qué pasa? La magia quedo en Bariloche? –me reí, claro que la mágia no había quedado en Bariloche! La mágia seguía acá. Pero, al ser su primera vez era obvio que pensara esas cosas, como el “estuve mal y no lo quiere volver a hacer” y otras hipótesis que se le pasan por la cabeza a un primerizo- ey no te rías de mí Mar!

Lali: hace mucho que no me decías Mar! Y cómo odié que me digas así... –reímos al recordar aquella primera vez que hablamos, con la competencia de ‘Juan’ y ‘Mar. Sonrió e hizo trompa para que le de un beso- ay, sos lindo –lo tomé de los cachetes y lo besé tiernamente en los labios- muy lindo –el rió por mi ínfimo beso en su cuello que le causó cosquillas.

Peter: ámame!

Lali: modo imperativo –y reímos, porque justamente uno de los temas de la prueba (y por lo tanto, uno de lo que estábamos estudiando) eran los tiempos verbales.

Peter: muy bien alumna! Y por eso mismo se merece un recreo –sonrió y me besó- te amo –me dijo mirándome a los ojos. Siempre que decíamos eso nos mirábamos a los ojos, no había otra forma de decirlo.

Lali: yo también te amo Pí –sonreí y lo besé. Cuando me quise separar me tomó de la nuca para que no nos despegáramos del beso. Después de ese beso no me importó la cuenta que llevaba sin tener relaciones. Como había dicho, esto no es sexo, esto es amor... y no es lo mismo. Y pensando en Peter, pensando en el amor que le tengo, el amor que me tiene, el amor que sentimos al vernos, no aguanté un segundo pensando en cortar lo que iba a pasar. Se arrodilló sin despegarse de mis labios y despojó mi remera de mi cuerpo, con un poco de dificultad. Sonreí por su desesperación, lo hizo todo muy rápido, entonces levanté lentamente su remera, todo lo contrario a lo que él había hecho con mi prenda superior. Se separó del beso para sacarse su remera rápido porque no aguantaba mis idas y vueltas con la tela en mano. Ni si quiera me dio tiempo para reír que ya tenía sus labios pegados a los míos. Igual, reí sobre ellos y él se contagió también. Se notaban nuestras sonrisas mientras nos besábamos, se notaba a kilómetros que estábamos enamorados. Aproveché para acariciar su espalda y tren superior, sintiendo todos sus músculos y él acariciaba mi cintura (y de vez en cuando la pellizcaba, no sé que lograba con eso pero siempre se reía, entonces le dejaba que lo hiciera) y besaba mi cuello repentinamente. Aproveché para pegarme a él y enserio disfrutar el momento. No digo que en la primera vez no lo haya disfrutado, pero ahora estaba conociéndolo. Antes había sido todo muy rápido, ahora quería explorarlo y sobre todo, sentirlo.

Xxx: pero qué rápido te olvidaste de Nicolás, Lali –me asusté al escuchar una voz, y ambos nos separamos. Ella se quedó mirando la situación, y se fue. No, no crean que fuimos tan irresponsables de ‘mandarnos’ sabiendo que había gente en la casa. Supuestamente su familia llegaba hasta tarde, pero como dice Tusám “todo puede fallar”. Y así fue, falló...

Continuará...

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