9 de febrero de 2012

Un mundo distinto ( 41 )

Novela: Un mundo distinto
Capítulo: Nº41 "Reír"

Apenas desapareció de la escena, me alejé de Peter y me coloqué la remera rápidamente pensando que le decía a Eugenia. Cuando pisé un afuera del cuarto fue cuando me tomó del brazo.

Peter: respirá hondo –lo miré rara- estas muy agitada Lali, respirá hondo y pensá un segundo –así fue, le hice caso (como siempre, o casi siempre). Cerré los ojos y respiré hondo, exhalé y desaceleré mi corazón. Abrí los ojos y vi que Peter estaba cambiándose. Me quedé ahí parada, esperando que venga a hablarme, pero no lo hizo. Cuando terminó, me tomó del brazo y comenzó a caminar por el pasillo.

Lali: pará, Peter –hablé por primera vez- esperá un segundo –me miró y paró su caminata- quiero ir sola –frunció el seño sin entender- quiero hablar con Eugenia yo, sola –suspiró y volvió a su cuarto. A leguas notabas que se había enojado, así que primero quise hablar con él, después hablaría con la rubia teñida. Cuando entré al cuarto lo vi acostado boca abajo en su cama. Lentamente me fui acercando y con nervios hablé- Pí, estas enojado? –no recibí respuesta y me acerqué al pie de la cama- dale Peter, no te enojes! –dije cual nena de segundo grado y me arrodillé al costado de la cama- quiero hablar yo con ella –no se daba vuelta así que lo empecé a zamarrear lentamente- dale Pitt, por favor –se dio vuelta y me miró a los ojos- ey, por qué te enojas? –acaricié su mejilla.

Peter: porque vas a ir a decirle que no le diga a nadie porque queres estar con Nicolás –e hizo un puchero. Automáticamente me reí por su excusa y me mordí el labio inferior sonriendo.

Lali: no mi amor –reí- no es por eso... es porque quiero decirle unas cositas nada más. Creeme –se dio vuelta de nuevo- Pí, mirame a los ojos –se dio vuelta y me miró- no quiero estar más con Nicolás, te amo a vos –sonrió satisfecho y me besó un largo rato. Me separé y lo miré a los ojos- enserio quiero ir a hablar con Eugenia.

Peter: por qué queres ir? Qué queres hablar con ella? –preguntó bufando.

Lali: confias en mí? –miró hacia otro lado y lo tomé de la mejilla para que me mire- ey, confias en mí? –asintió- entonces dejame ir a hablar con ella –asintió de nuevo y me besó- ahora vuelvo –y pisé el pasillo para ir al cuarto de Eugenia con dos puertas de diferencia. ¿Cómo la identifiqué? Fácil, el cartel que decía “Eugenia” explicaba que era de su propiedad. Toqué la puerta una vez, dos veces, tres veces, y no me respondió, así que me atreví a abrir la puerta sin tener respuesta de su parte.

Eugenia: si no respondo es porque no quiero que entres, tan difícil es entenderlo? –habló sin mirarme, con su vista en la notbook que tenía entre sus piernas.

Lali: no me importa que me respondas, quiero hablar igual –cerró la notbook y me miró.

Eugenia: tenes cinco minutos a partir de ahora –miró su reloj- te escucho... –y la miré desafiante, como odiaba tener que hablar con ella, pero era mi deber como... como la persona decente que soy.

Lali: yo no quiero que pienses que yo estoy bien, diez puntos y que me importó un maní lo que me hicieron vos y Nicolás. La verdad que estoy hecha mierda porque me usaron, vos no porque no te conozco, pero él –(Nicolás)- que hace tanto tiempo que lo conocía, me usó como si fuese un trapo, prometiéndome y diciéndome cosas que él sabía que para mí eran sumamente importantes. Pero la vida sigue, Eugenia... –claro, para mí nunca iba a ser Euge.

Euge: entonces asumo que vos usas a Peter para olvidarte de Nicolás y de todo lo que pasó?

Lali: no! –negué automáticamente sin pensarlo dos veces- no, no quise decir eso... –suspiré. No sabía como explicarlo- yo estoy enamorada de Peter enserio, yo amo a Peter. Pero eso no significa que no me haga mierda el hecho de que mi ex novio se revolcaba con otra mina mientras me decía te amo, y a demás se da el tupé de llamarme todos los días...

Euge: qué? –la miré raro- repetí lo que dijiste.

Lali: que estoy enamorada de Peter...

Euge: no! –me interrumpió- después de todo eso, qué dijiste de Nicolás?

Lali: que con cada llamado que...

Euge: te sigue llamando? –me interrumpió de nuevo-

Lali: sí, todos los días –bufé y noté su cara de tristeza- te pasa algo? –cayó a tierra y me miró.

Euge: no, nada –miró al piso algo desoncertada- te podes ir? –iba a hablar pero me calló- por favor, no me siento bien. Ya entendí todo, amas a Juan Pedro y te dolió lo de Nicolás. Dejame por favor un rato sola –se paró y me empujó suavemente hacia fuera y cerró la puerta de un portazo. Me quedé pensando frente a la puerta por qué esa reacción de su parte, y me dirigí al cuarto de mi chico. Lo encontré acostado, con mi celular en manos. Cuando percató mi presencia sonrió y dejó el celular.

Peter: qué dijo la arpía? –así la llamaba él.

Lali: nada importante... vos que hacías? –me acosté a su lado.

Peter: jugaba con tu celular ultra moderno –me reí- no vamos a seguir lo que empezamos? –me reí de nuevo, se refería a quitarnos la ropa y concluir con una situación de amor extremo- quiero estar con vos! –se quejó como un nene de seis años, y qué hice? Me reí de nuevo- dejá de reírte un poco y besame! –me reí de nuevo, pero obviamente cumplí con su pedido.

Continuará...

No hay comentarios:

Publicar un comentario