Peter: eso fue... –luego de minutos empezó a hablar él, yo no me animaba. Ambos estábamos aún agitados por la situación que habíamos vivido.
Lali: fue qué? –me animé a preguntar. Admito que su oración sin terminar me había asustado.
Peter: fue raro... – ¿Raro cómo? ¿Raro bien? ¿Raro mal? ¿Raro ‘me voy’? ¿Raro ‘lo más increíble’? A ver Lali... ¡si le preguntas todo eso lo atosigas! Respiré hondo y lo miré- no sé que decir...
Lali: no te gustó? –él bufó y se sentó en la cama sin emitir palabra. Cerré mis ojos y respiré hondo. “Pienso, luego existo”. Abrí lentamente los ojos y comencé a pasar mi dedo índice por su espalda desnuda. Dibujé un corazón imaginario con las letras ‘L&P’ grabadas. Lentamente me senté sobre la cama de rodillas e incorporé mis dos manos. Lo acaricié, lo mimé, masaje suavemente su espalda hasta sus hombros y sin darme cuenta de un instante al otro lo estaba abrazando por detrás. Sonreí al sentir una respuesta de su parte, presionó mis brazos a su cuerpo para que no me despegara de él, y por minutos quedamos en esa posición. Él acariciaba mis brazos que lo rodeaban, y miraba hacia la nada misma pensativo- no te gusté yo? –me animé a preguntar después de tanto tiempo de silencio.
Peter: no es eso... –se dio vuelta y me miró a los ojos- no sentí que me amaras... –bajé la mirada. Había fallado. Respiré hondo y hablé, aunque sin mirarlo a los ojos: me mataba no haber cumplido con sus expectativas.
Lali: te dí todo mi amor posible, creí que había logrado darte todo lo que me das vos... perdón.
Peter: no pidas perdón, uno no elige a quien amar...
Lali: pero yo te amo, Peter.
Peter: no hace falta mentirme Lali, si no lo sentís no importa.
Lali: es que sí lo siento! Es la primera vez que amo a alguien, y es la primera vez que siento que me aman. ¿Qué hago para que me creas? Yo te juro que te amo!
Peter: no hace falta que jures, Lali...
Lali: no, ya sé. Hace falta que me creas Peter –dije seria, mirándolo a los ojos- vos sabes que siempre tuvimos una relación basada en miradas... no ves en mis ojos lo cuanto que te amo? –Él me miró a los ojos- nunca fui tan sincera en mi vida. Te amo Peter, y amé estar así con vos, sentirte, amarte. Te pediría que sientas los latidos de mi corazón, pero sería medio lanzado... –y reímos. Claro, ambos seguíamos al descubierto como dios nos trajo al mundo- perdoname si no te hice sentir lo que quería que sientas...
Peter: qué querías que yo sienta? –me preguntó mirándome a los ojos.
Lali: quería poder darte por lo menos un quinceavo de todo lo que me das vos. Quería hacerte sentir seguro, amado, apreciado. Quería que sientas que estabas con la mujer que amabas y con la que ibas a estar toda la vida. No sé, quería hacerte sentir feliz, enamorado... no raro.
Peter: no sé que decir.
Lali: no digas nada –miró hacia otro lado, y tomé su cara con ambas manos para que me mire a los ojos- dame otra oportunidad –acaricié su mejilla- te amo, te amo enserio. Quiero que lo sientas, quiero que lo disfrutes. Quiero que lo disfrutemos juntos. Sos... sos el hombre más hermoso que conocí en mi vida. Y no lo digo solamente por el físico, sos bellísimo como persona, sos increíble como persona. Soy tan afortunada que me ames, y soy tan afortunada al tener esta oportunidad de tenerte en frente mío... necesito que me ayudes con un empujón. Necesito que me des esa oportunidad, Peter. Yo no estoy acostumbrada a esto, lo sabes. No estoy acostumbrada a tener relaciones por amor, por dedicación. No sé como se hace, no sé como se ama a alguien en la cama, no lo sé. Necesito que me enseñes a amar, que me enseñes a demostrar afecto. Por favor te lo pido, dejáme intentar de nuevo. Una oportunidad más y si no lo sentís te juro que no te molesto más...
Peter: no me parece importante hacer el amor, Lali. Yo con tus besos estoy completo.
Lali: Ya sé Peter, yo no digo que con tus besos no esté completa, eh. Pero siento que no te demuestro lo suficiente, que no llego a darte todo lo que vos me das. Yo estando a tu lado soy la mujer más feliz del mundo: soy una mujer, no una pendeja. Soy una mujer respetada por el amor de su vida. Y necesito demostrarte que vos para mí sos el hombre más maravilloso del mundo. Y te lo tengo que demostrar así, entregandome a vos en cuerpo y alma. Amándote, queriéndote y apreciándote. Sé que puede no ser necesario hacer el amor con vos, pero te juro que lo necesito... necesito que eso que era tan cotidiano para mí, pase a ser algo hermoso y que pueda compartirlo con vos. Dame una oportunidad más, Peter...-y lo besé de sorpresa. Cuando iba a separarme el tomó de mi nuca para que no me aleje y el beso se tornó pasional y exagerado. Ese beso fue pie para ir recostándonos en la cama, compartir risas, ‘te amos’ y muchas miradas (aquellas que nos habían enamorado).
Peter: te dejo amarme... –me dijo sonriendo y me besó. Hicimos el amor, esta vez sentí como ambos lo sentimos... vivimos nuestro amor.
Continuará...
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