9 de febrero de 2012

Un mundo distinto ( 3 )

Novela: Un mundo distinto
Capítulo: Nº3 "El chico nuevo"

Sonó el timbre y tuvimos que entrar. Yo me sentaba sola y adelante... ‘Consecuencias de llegar tarde’ pensé. Todavía no había entrado ni el profesor, ni el preceptor así que me fui a sentar con mi grupo de amigos hasta que llegara alguna autoridad. Y así fue...

Preceptor: Espósito, qué hace parada? –entró el preceptor acompañado de un chico de nuestra edad. Morocho, muy mal vestido: tenía la camisa abotonada desde el principio hasta el fin, y pantalones con cinturón. Pelo medianamente largo, pero no le favorecía el corte. Tampoco su actitud lo favorecía: entró mirando hacia el piso y no levantó la vista en ningún momento, era tímido eso bajaba muchos puntos en mi lista.

Lali: estuve sentada esperándolo a usted, para que tome lista, y no apareció. Así que me vine con mis compañeros.

Preceptor: bueno, ya llegué. Así que siéntese en su lugar –sonreí falsa y me senté en el lugar que tenía- bueno chicos, les quiero presentar a un nuevo alumno. Se llama Juan Pedro, compórtense con él –todos asintieron- donde te vas a sentar? –El chico empezó a buscar un lugar- pará, Lanzani. Sentáte acá con Espósito, necesita tu buena influencia –el chico ni sonrió, se sentó directamente. Miré al preceptor con odio, Santiago me odiaba... lo sabía.

Lali: me llamo Mariana, vos? –me miró y se rió- Juan Pedro... lo acaba de decir, no? –el se rió de nuevo, era obvio que no sabía que decir, tímido de aquellos así que yo reí junto a él- todavía no conozco tu voz, hablá nene!

Juan Pedro: me dicen Peter.

Lali: Peter, así tipo Peter Capusotto? –Se rió y miró mi escote- epa, se te desvió la mirada Peter –me miró y se volvió rojo como un tomate- Ey, no importa. Todo bien... –sonrío, pero no se atrevió a mirarme de nuevo a los ojos, así que cambié de tema- y por qué el preceptor diría que vos podes ser una buena influencia?

Peter: se puede decir que soy un nerd...

Lali: se puede decir, o sos?

Peter: lo soy –reímos- pero bueno, no me importa.

Lali: por qué te cambiaste de colegio, Peter? –entró la profesora y el se paró de su asiento para recibirla. Pequeño detalle: único alumno parado recibiendo a la profesora, ‘Buen día’ pronunció solo. Se oían las risas de los chicos del curso, y yo lo miraba raro... era un espécimen no conocido en nuestra hábitat. Cuando la profesora lo miró parado se rió, y le pidió que se sentara... ‘las formalidades no me gustan’. Yo no le despegué la mirada, su actitud de poco interés hacia los demás me gustaba... no se dejaba llevar por lo que los otros decían... él era ‘nerd’ y lo admitía, hasta con orgullo. Se sentó, y yo seguía mirándolo...

Peter: me vas a ojear, Mar –qué feo sonaba el epíteto Mar.

Lali: ojear? –la verdad no le había entendido nada...

Peter: que si me seguís mirando me vas a dar dolor de cabeza... –‘ah’ llegué a pronunciar. Este chico era completamente raro.

Lali: decime Lali... no me gusta mi nombre.

Peter: Y qué relación tiene Lali con Mariana? –preguntó curioso.

Lali: ninguna, odio mi nombre, y como no tengo un segundo nombre me elegí ese apodo.

Peter: original... –y comenzó a tomar nota de lo que dictaba la profesora. Recibí un papel envuelto de parte de Cande y Rochi (ellas se habían sentado juntas) que decía así “Uh, pobre de vos... viste cuando se paró? Me meaba de risa boluda!” “Es interesante el pibe” respondí, enviando de nuevo el mismo papel envuelto. Me lo devolvieron y leí “Jajajaja, no me jodas... es un taradito el pibe”, y no respondí- qué pasa que no trabajas Mar...Lali? –se auto corrigió.

Lali: no entiendo nada de funciones –estábamos en la hora de matemática.

Peter: querés que te explique? Yo lo entiendo –asentí y me comenzó a explicar. Obviamente ni estaba escuchándolo, estaba analizándolo detalladamente. Tenía cejas anchas, tenía tres lunares en su mejilla izquierda que le daban un toque de onda a su imagen. Relamía sus labios todo el tiempo, y al parecer era hiperactivo porque no podía parar de mover la pierna- entendiste? –Asentí, la verdad que no había prestado atención- si querés empezá a hacer los ejercicios y me pedís ayuda cualquier cosa –asentí y comencé a hacer los ejercicios. Pude ver su mirada en mis pechos, la sentí. Cada vez que lo miraba se hacía el desentendido mirando hacia otro lado, me daba mucha gracia esa situación, lo hacía parecer o un desesperado, o un inexperto.

Lali: Peter, acá hay algo que no entiendo... –me miró, y miró mi hoja- este ejercicio, te juro que no me sale –y me volvió a explicar, esta vez si lo escuché, y sí lo entendí. Me siguió mirando, y yo seguía ignorándolo. Me encantaba que me miren, me encantaba.
Continuará...

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