Lali: Peter te tenes que ir...
Peter: no me digas más Peter! –me dijo por quinta vez.
Lali: como te digo? Juanpe?
Peter: qué asco!
Lali: Juancito? –simuló una cara de asco y negó- Pedru? –negó- bué, tampoco te veo aportando mucho, eh! –rió.
Peter: no me gustan los diminutivos, Lali...
Lali: si te los digo yo seguramente te gusten... –rió y negó.
Peter: igual no me gustarían.
Lali: Y si te digo Pitt –muy cerca de sus labios- no te gusta?
Peter: vos o el apodo? –rió- ambos me gustan.
Lali: pero tiene que existir uno más cariñoso... –pensé- Pí!
Peter: pero si me llamas dos veces va a sonar como si quisieras ir al baño Lali... –reímos juntos- porqué no a la antigua? Gordo, amor...
Lali: también... –sonreímos y nos besamos- bueno amor –remarqué el apodo- te tenes que ir a tu cuarto –negó y se acurrucó en mi pecho caprichoso- dale!
Peter: no! Encima en mi cuarto deben estar los rubios haciendo la chanchada –me quedé callada, y luego de unos segundos Peter habló- me fui a la mierda, no? –yo no respondí- perdón.
Lali: no –carraspeé- no te fuiste a la mierda. Me quedé un toque colgada nada más. Ya está...
Peter: no, no está. Lo querés no? –me miró.
Lali: sí, lo quiero –corrió su mirada- pero a vos te amo... –sonrió- y te amaría toda la vida –me besó tierno, pero instantáneamente nos tuvimos que separar porque escuchamos un ruido en la puerta. Metí su cabeza debajo de las sábanas y me hice la dormida rogando que no se den cuenta que el que estaba bajo las sábanas era Peter.
Rochi: apa! Esta chica sí que la pasa bien, eh...
Noe: Y... con el bombón de Nicolás! –respiré hondo, ya que las manos de Peter comenzaron a moverse lentamente por mi espalda acariciándome.
Cande: por dios, Victorio es perfecto!
Noe: yo no entiendo como podes estar con ese chico, te vive dando vueltas Cande!
Rochi: habló la que da vueltas... nos vas a contar quién te gusta? –negó- qué misteriosa! –rieron y sentí como la mano de Peter se dirigía a los lugares prohibidos del cuerpo de una mujer.
Cande: Victorio me dijo que me quería hoy... –sonreía como tonta enamorada. No lo veía, pero la conocía lo suficiente.
Rochi: podes parar de hablar de él un segundo! –se sentó en la cama- estoy mal –sollozó- hoy Pablo se comió dos flacas en frente mío... dos!
Noe: es un imbécil, Ro...
Rochi: ya lo sé... pero te juro que me encanta! Es un forro, pero cuando viene con esa sonri... –se calló automáticamente porque oyó algo. Claro, no había podido aguantar la risa que me causaban las manos de Peter acariciándome por debajo de las sábanas- Lali, estas despierta? –lentamente abrí los ojos, fingiendo.
Lali: Y sí –también fingí voz de dormida- no paran de hablar cotorras! –rieron por lo bajo- bajen la voz que Peter se va a despertar...
Cande: quién?
Lali: Pepi! –grité reaccionando- así le digo a Nico –me miraron raro- qué? Es tierno! –Peter se movió un poco- ven? Ya lo despertaron al pobre... –y tapé mi cara con las sábanas para lograr quedar enfrentados sin que las chicas nos vieran. Apenas me vió, sonrió, y sonreí con él. ¿Cómo poder resistirse a sonreír con ese chico al lado? Es imposible. “Te voy a matar” modulé para que las chicas no escuchen y él me entienda. ¡Claro! Casi éramos descubiertos por sus manos desviadas... él solo sonrió (hace bastante se había dado cuenta que aquella sonrisa me podía totalmente) y me besó (de eso también se había dado cuenta). Yo lo abracé y así nos quedamos dormidos... después de una noche mágica, sonriendo y viviendo este amor en el mundo distinto que había elegido.
Continuará...
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